Daniel Ricciardo se vio cara a cara con la muerte. La retó a un duelo acrobático dentro de un domo y salió vencedor. Ese fue el encuentro del piloto australiano de Red Bull con la cultura mexicana, a unos días de disputar el Gran Premio en el Autódromo Hermanos Rodríguez.

Al sur de la ciudad, Ricciardo participó en un acto acrobático sujeto a un arnés, lleno de luces y música con el tema del Día de Muertos, organizado por su escudería y la marca Puma, en donde conoció un poco de esta tradición que le despertó curiosidad para conocer más de la idiosincrasia nacional.

“Cada día estoy aprendiendo más y más de su cultura. Esta celebración de los muertos es admirable, es sacar lo positivo de la muerte y recordar a sus seres queridos. Son las cosas que se aprenden gracias a tener una carrera del calendario aquí”, expresó Ricciardo, que se pintó la cara como una calavera.

De cara a la carrera, reconoció que siente frustración por no haber estado en el podio el año pasado, ya que terminó quinto. Le tocó ver la premiación del Foro Sol desde un televisor en su box, desde donde se sorprendió con la fiesta que hicieron los aficionados con los vencedores.

“Cuando vi el podio el año pasado me dio una envidia grande no haber podido estar ahí con todo el estadio lleno. Así que por eso espero estar en el podio este año”, confió.

Ubicado actualmente en el tercer peldaño del Campeonato de Pilotos, por encima de los Ferrari del alemán Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen, el australiano se dijo complacido con esta posición.

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