Juan Francisco Estrada ya no es más un desconocido. Al recorrer las calles de Macao, China, la gente lo reconoce. Lo señalan co- mo el guerrero azteca que doblegó a Brian Viloria. Esa batalla en donde destronó al hawaiano para arrebatarle las coronas mundiales de la Organización (OMB) y la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

“Quiero mantenerme como doble monarca mundial. Cuando iba contra Viloria era por los dos títulos. Ahora peleo con la misma entrega, como si no tuviera esas dos coronas”, resalta en entrevista con EL UNIVERSAL.

El Gallo (24-2, 18 KO) está de vuelta en Macao. Hoy se estrena como doble campeón mundial cuando enfrente al filipino Milan Melindo (29-0, 12 KO) en el imponente Venetian Casino & Resort chino. El mismo escenario que lo pusiera como la gran sorpresa del boxeo en lo que va del año.

“Ahora muchísima gente me conoce. Todos en Sonora y en todo México me reconocen el esfuerzo y sacrificio que he hecho. Fue una gran sorpresa para la mayoría de la gente mi triunfo ante Viloria, pero para mi equipo no tanto. Sabíamos a quién enfrentábamos, sabíamos que estaba dura la pelea, pero teníamos la confianza de que podíamos ganar. Así salió todo, gané, que fue lo más importante”, recuerda.

La noche del 6 de abril aún le hace emocionarse al campeón de Puerto Peñasco. En esa velada supo lo que era sentir un fajín mundial, después de que fallara en su intento por obtener el cetro minimosca de la AMB ante el nicaragüense Román Chocolatito González el año pasado.

“Era mi sueño ser campeón del mundo y por ello hice una pelea excelente ante Viloria. Fue una gran batalla tras fallar en un primer intento. Mucha gente lo disfrutó, así que fue una victoria que me mandó a los cuernos de la luna, como se dice, y me quiero mantener ahí”, subraya Estrada.

Melindo no es un desconocido para Juan Francisco. Ya le había pedido la oportunidad, pero fue ignorado.

“Unos dos o tres años atrás ya lo ubicaba, porque querían que lo enfrentara. Aún no era campeón del mundo, pero querían que peleáramos. Desde entonces lo estudié y ahora lo volví a hacer. Sé que es un peleador fuerte. No noqueador, pero sé de sus capacidades para ganar”, apunta.

El Gallo no piensa en rivales a los que le gustaría doblegar, ni campeonatos que le gustaría alcanzar. Su concentración es absoluta por su gran anhelo de brillar más allá de una noche. Una espera que ha servido para darse cuenta de la estima que ya le tienen donde quiera que se presenta.

“El que la gente me quiera volver a ver habla bien del papel que hice aquí la vez pasada. Estoy motivado como campeón. En todo mi equipo sentimos la confianza y estabilidad de que podemos volver a ganar. Ya no impresiona ese lugar, pues yo me gané el respeto de la gente. Por ello, me dan ganas de volver a ganar, de mantener mis coronas”, aclara Estrada. Un guerrero azteca que desea seguir como el mejor mosca de la actualidad.

Hoy tiene su primera defensa ante Melindo, un resistente filipino que no ha perdido, mas el Gallo quiere cantar.

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