RECIFE.— La maquinaria alemana dejó para después su capacidad de arrollar al rival. Consintió a Estados Unidos y sólo decidió ganarle por la mínima diferencia.

Marcador que le sirvió para quedarse con el liderato del Grupo G y enfrentar a Argelia en los octavos de final. Eso sí, apeló a un delantero que está en camino hacia la inmortalidad en los Mundiales: Thomas Müller, para dejar a la escuadra de las barras y las estrellas como segundo sitio del sector.

La pincelada del atacante del Bayern Munich fue digna de cualquier artista. Ante un rechace del portero norteamericano, Tim Howard, hacia el costado izquierdo del área, Müller sólo observó el esférico. En su mente, en fracciones de segundo, ejecutó su obra.

Le pegó al esférico fuerte, como dicta la historia teutona. Pero también la curva de afuera hacia adentro que hizo el balón, enmarcó el gol como un gesto técnico bello.

Velocidad, precisión y estética. Disparo que le significó a Müller terminar la ronda de grupos empatado en el liderato de goleo.

Además llegó a nueve dianas en partidos mundialistas. A los 24 años de edad, el bávaro va en la ruta a despedazar el récord de máximo artillero en la máxima justa del futbol, que tienen Ronaldo y su compañero Miroslav Klose (15).

El técnico germano, Joachim Löw ganó desde el inicio el particular duelo ante su mentor Jürgen Klinsmann, ahora técnico de Estados Unidos, apostando por manejar la pelota y buscar la victoria ante un rival que se conformó con ceder el protagonismo en el juego y explotar algún contraataque.

Pese a mantener el sistema de los dos primeros partidos, Löw hizo jugar a Bastian Schweinsteiger por Sami Khedira y a Lukas Podolski por Mario Götze para reforzar el mediocampo, el punto más débil del equipo, hasta ahora.

Alemania entra en la fase definitiva del torneo por el lado más duro del cuadro, lo que la enfrentaría a Brasil, ya en semifinales.

Estados Unidos parecía cómodo dejando el juego en manos del rival y librándose al contraataque. La apuesta permitió que Graham Zusi pusiera en alerta por primera vez a Manuel Neuer, con un disparo desde fuera del área en el 22’.

La selección de Alemania respondió en el 34’, con la jugada más peligrosa del primer tiempo: un desmarque de Mesut Özil en el área y un disparo que pasó entre las piernas de un defensor y contuvo bien el arquero Howard.

Löw sacó en el segundo tiempo a Podolski y volvió a apostar por Miroslav Klose, autor del gol salvador en el 2-2 con Ghana. El cambio dio aún más peso ofensivo a los alemanes y el gol no tardó en llegar.

Un córner sacado en corto en el 54’, derivó en un centro bien cabeceado por Per Mertesacker. El arquero tapó, pero el despeje fue a las piernas de Müller, quien definió con calidad pegado al palo y sumó su cuarto tanto tras el hat-trick logrado ante Portugal en el debut en la justa brasileña.

Los estadounidenses veían de reojo el marcador entre Portugal y Ghana. Ante el empate parcial que se daba en el otro encuentro del Grupo, el nervio comenzó a crecer y trataron de ir al frente, ante la complacencia alemana, que jamás decidió apretar el acelerador. Aún menos al verse en ventaja.

Cuando cayó el gol portugués de Cristiano Ronaldo, la calma volvió a los pupilos de Klinnsman y hasta retaron a unos teutones relajados.

En los últimos instantes del partido, el empate de los norteamericanos se vio factible. Fue en el tiempo de reposición que se fue al ataque con fiereza, pero Phillip Lamm barrió para tapar un disparo de Michael Bradley desde la media luna, el balón no terminó por hacerle daño a la maquinaria alemana, misma que deberá estar a punto en la ronda de vida o muerte y, así, comenzar a arrollar rivales, que lo lleven a la conquista de la corona mundial.

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