De amor no vive el hombre, menos el hombre que vive en el futbol.
A Javier Orozco se le agota la paciencia, ya no quiere ser quien está detrás de todos los delanteros de origen extranjero, o mexicanos que llegan a Cruz Azul y lo envían, justificadamente o no, a la banca, quiere que se le dé la real oportunidad, porque si no, “uno tiene que buscar”.
Nacido en La Noria como futbolista, como ser humano en Los Mochis, Sinaloa hace 25 años, tiene como sueño “envejecer aquí, ganar muchos títulos, quedarme para siempre, terminar mi carrera en Cruz Azul”.
De deseos vive el hombre, pero en la realidad es que “si no es aquí [donde te den oportunidad] habrá que buscarle”.
Orozco debutó con los Cementeros en el Apertura 2005, brincando desde la Segunda División al primer equipo. En su estadía, sin ser titular indiscutible ha marcado 27 tantos, sin contar los goles realizados en torneos internacionales así como en el torneo de Copa.
—¿No habrá que alzar la voz, ser más mediático?
—Yo hablo en la cancha. Ahí es donde un futbolista debe demostrar. Soy el séptimo goleador en la historia de Cruz Azul y eso que no juego.
Esos números no han convencido a los siete técnicos que ha tenido desde su debut, desde Isaac Mizrahi hasta ahora con Memo Vázquez.
—¿Habrá que enseñarle tus números al cuerpo técnico o directiva?
—Ellos lo saben. Es cuestión de gustos. No hay problema. Quiero mucho a este equipo y doy todo por él.
La paciencia se agota.
—De amor no se vive, menos aquí. Reitero mi pasión por Cruz Azul, pero creo que llega el momento en que tienes que ver por ti.
Antes de que iniciara el actual torneo, se habló mucho de la posibilidad de la salida de Orozco al Guadalajara, lo que al final no se concretó.
—¿Por qué no te fuiste a Chivas?
—Por amor a la camiseta. Mi club me necesitaba. No me arrepiento.
Al final, todo siguió igual. En plena pretemporada se anunció la contratación de más delanteros para Cruz Azul. ¿Te molestó?
“Puede ser. Y no por quienes llegan, han sido jugadores de gran calidad, pero también con la cantera se puede ganar. Detrás de mí viene Jesús Lara, ese chavo va a dar mucho de qué hablar, lo aseguro”.
Orozco concluye contrato en 2015, mientras eso sucede, dará sangre y vida por Cruz Azul, esperando que ese amor sea bien correspondido, aunque al final: “de amor no vive el hombre”. Menos el futbolista
