SANTOS.— Exprimir a esa dulce naranja que, por ahora, otorga sabor a la XX Copa del Mundo, significaría mucho más que garantizar la mejor actuación en el extranjero. Representaría la purificación total del alma futbolera mexicana.

Los jugadores de Miguel Herrera así lo entienden, por lo que aguardan con más ilusión el momento de la verdad. Advierten que no sólo vencerán a Holanda y clasificarán a cuartos de final por primera vez en 28 años… Exorcizarán todos los fantasmas acumulados durante dos décadas de frustraciones en el cuarto partido mundialista.

Chocar con el actual subcampeón del orbe no les asusta. De hecho, consideran que el estilo siempre ofensivo de la Naranja Mecánica les beneficia.

“En lo particular, me gusta que sea Holanda el rival que sigue, porque tenemos argumentos para ganar el partido y, haciéndolo, terminaríamos de borrar muchas dudas que hay por ahí. Daríamos ese salto de calidad”, comparte el lateral izquierdo, Miguel Layún.

Ese “salto” no se da desde el Mundial de México en 1986. A partir de Estados Unidos 1994, ya sea en penaltis, tiempo extra, por errores propios o arbitrales, el Tricolor sólo colecciona amargos eslabones en la primera fase a eliminación directa.

Los jugadores lo ven como una ventana de oportunidad, ya que además de sortear esa barrera, lo harían sobre uno de los máximos favoritos al título.

“Ganarle a Holanda nos vestirá mucho más”, adelanta el arquero Guillermo Ochoa. “Sería una muy buena clasificación a cuartos de final, porque es un partido que nos puede dar ese impulso para llegar lejos. Terminaríamos con todo eso que hay alrededor por el pasado”.

“Lo hemos hablado desde antes, por aquello de que te empiezas a ilusionar. Si eliminas a un equipo como Holanda para seguir a cuartos, después ¿qué te va a asustar? Que venga el que sea”, advierte Andrés Guardado. “Ojalá que México clasifique en el siguiente partido. Si es así, podemos pensar mucho más allá que un quinto partido, porque habremos dado ese paso que falta”.

Ningún representativo ha marcado más goles que el holandés (10). Tampoco les intimida. Al contrario, creen que eso les beneficia, pues se sienten cómodos cuando el rival sale a atacarlos.

“Claro que nos beneficia, porque es un equipo que te deja jugar. Ya analizamos los puntos débiles que tienen y trataremos de aprovecharlos”, sentencia Oribe Peralta, respaldado por Carlos Gullit Peña: “Los equipos que juegan un poco abiertos, nos benefician, por la calidad de los jugadores que tenemos en mediocampo. Tenemos que agarrar la pelota, manejarla”.

Nunca replegarse, sin importar que el tridente conformado por Robin van Persie, Wesley Sneijder y Arjen Robben, haya sembrado terror durante la fase grupal. Le hicieron cinco anotaciones al aún campeón España.

Lucen poderosos, mas los verdes recuerdan que mojaron la pólvora de Brasil y se quedaron a dos minutos de culminar la primera etapa con su marco imbatido.

“No somos víctimas”, advierte Ochoa. “En octavos de final son 90 minutos, somos 11 contra 11. Holanda es una gran selección, pero también nosotros somos un buen equipo, así es que va a ser un partido muy complicado y por supuesto que no nos asusta. Los respetamos, pero vamos a ver qué pasa. Todos tenemos las mismas posibilidades”.

Todos los miedos acumulados durante 20 años parecen haber desaparecido. Este nuevo Tri ya se vio triunfador el domingo y avanzando a cuartos de final.

Google News