CHRISTIAN MENDOZA Enviado

christian.mendoza@clabsa.com.mx

Monterrey.— Final ejemplar en el Universitario. Las pasiones, rodeadas por un importante dispositivo de seguridad de cero tolerancia, hicieron de la violencia un genuino fantasma.

La ida de la final estuvo custodiada por 2 mil 800 policías, en un despliegue que abarcó las avenidas aledañas y las cercanías de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Pese a la presencia de la policía, hubo gente sin boletos, quienes se dieron a la tarea de convencer a la reventa de un precio más “accesible”. “Si conseguir abonos es difícil a inicio de año, imagina ahora, están volados los precios, pero uno hace lo que sea por ser incondicional. Lo mejor que encontré fueron de 4 mil pesos. Compré dos”, dijo Gustavo Torres, regiomontano y tigre de corazón, que en la final pasada contra América desembolsó 10 mil pesos.

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