Adriana Díaz Reyes

adriana.reyes@eluniversal.com.mx

Aunque siempre han contado con el apoyo incondicional de los aficionados, los tenistas anfitriones del Abierto Mexicano de Tenis han tenido poco éxito en el considerado mejor torneo de Latinoamérica; especialmente desde que éste se mudó Acapulco en 2001.

Casi todos ellos fueron eliminados apenas en la primera fase, salvo Melissa Torres, quien protagonizó una gran sorpresa al avanzar hasta los cuartos de final en 2007.

El año pasado, el Tigre Hank no demostró la garra esperada. Jugar en la cancha central del Complejo Mextenis y ser el actual campeón nacional no fue motivación suficiente para derrotar al francés Adrian Mannarino. Un año antes el mexicano fue despachado en su primer encuentro ante Sam Querrey.

Daniel Garza no tuvo un mejor desempeño en 2015, cuando fue presa del serbio Viktor Troicki con parciales de 6-4 y 6-3. El regio, quien en 2016 fue suspendido durante seis meses por tratar de arreglar un partido, compitió siendo el 408 del ranking ATP.

Uno de los anfitriones con mejor desempeño en Acapulco es el cordobés Santiago González, quien en la modalidad de dobles alcanzó la fase de cuartos de final en 2016.

En la rama femenil la mejor exponente es Melissa Torres, quien avanzó hasta la fase de los cuartos de final. La capitalina llegó con pocas expectativas al certamen, pero sorprendió al conseguir dos victorias.

Melissa derrotó en la primera fase a Nicole Pratt y en la segunda venció a la checa Eva Birnerova. Finalmente Torres cayó ante la alemana Julia Schruff, quien requirió de 60 minutos para vencerla por parciales de 6-1 y 6-4.

En la edición 2017 será Renata Zarazúa la encargada de representar a nuestro país. La juvenil está consciente del nivel del certamen, pero no lo enfrentará en calidad de víctima.

“Me he preparado muy bien, para mí es un sueño estar ante las mejores del mundo y espero tener una participación decorosa”, dijo la jugadora de 19 años, quien se encuentra ubicada en el sitio 292 del ranking WTA.

Zarazúa comentó que el año pasado tuvo importantes resultados a nivel internacional, por lo que confía en superar su actuación del año pasado, cuando cayó en la primera fase.

“Lo que puedo prometer es que daré el cien por ciento”, agregó.

La mejor época del Abierto se vivió cuando el torneo se disputaba en el Club Alemán.

Uno de los mejores momentos se vivió en 1998 cuando el mexicano Alejandro Hernández llegó hasta cuartos de final, y para hacerlo tuvo que eliminar al brasileño Gustavo ‘Guga’ Kuerten.

El mejor anfitrión individual en la historia del certamen es Oliver Fernández, quien llegó hasta las a semifinales, donde cayó ante el alemánThomas Muster. Con ese resultado el jugador se convirtió en el único en haber llegado a dicha instancia en el cuadro de singles y el que más ha avanzado en la historia del Abierto.

Leo Lavalle es el mejor representante en la modalidad de dobles, pues ganó el torneo de dobles en 1993 y 1995.

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