Transparencia Internacional y activistas a favor de la limpieza en el deporte mundial ven dos problemas en la elección presidencial de la FIFA: la falta de credibilidad de los candidatos y el proceso obscuro en la campaña. Hechos que provocan pesimismo en la recuperación de la imagen del organismo rector del futbol mundial.

“Uno de los mayores problemas es que los candidatos tienen serias deficiencias de credibilidad ante los aficionados. Luce como si los candidatos no están tomándose en serio la reforma que se necesita en la FIFA para ser una organización transparente”, señala en entrevista con EL UNIVERSAL Gareth Sweeney, jefe de la Iniciativa de la Corrupción en el Deporte de Transparencia Internacional (TI).

Todos los candidatos para la presidencia de la FIFA (Gianni Infantino, Ali Bin al Hussein, Jerome Champagne, Tokyo Sexwale y Salman Bin Ebrahim) prometen limpiar al organismo, pero han estado cercanos al escándalo de corrupción que lo sacude. En algún momento de sus carreras han ocupado cargos en esa institución y han sido parte del organismo presidido por Joseph Blatter.

Sweeney señala que el propio proceso electoral es ejemplo de que se necesita una reforma urgente. “Se negaron a participar en un debate público, otros no muestran un manifiesto claro y muchas de las acusaciones que tienen encima no abonan a la confianza púbica. Esto tampoco ayuda a que el próximo presidente de FIFA será el líder que actúe y lleve a cabo reformas serias”.

De acuerdo a una encuesta hecha por TI en 28 países, 60% de los aficionados al futbol no votarían por ninguno de los cinco candidatos. El 50% no cree que la FIFA pueda restaurar su imagen.

“Existen los mismos problemas que en las elecciones anteriores. Han anunciado la creación de un Consejo para reformar a la FIFA, porque es necesaria una separación de poder entre el Consejo y lo que es la FIFA”, recuerda Sweeney.

“Sin embargo, no estamos seguros de que la reforma se vaya a hacer de la manera correcta, faltan los puntos finos como definir los criterios de cómo se va a constituir, cuáles son los criterios para ser partícipe, no se han hecho públicos, cómo le van a hacer para transparentar a las conferderaciones y a las asociaciones nacionales; nada de esto está claro”, cuestiona.

El funcionario de Transparencia Internacional incluso alerta a los patrocinadores para que tengan un papel activo en la renovación de la institución futbolera. Avisa que cualquier situación negativa o positiva que suceda al interior del organismo que tiene su sede en Zúrich tendrá un impacto en la imagen de quienes lo auspicien.

“Es un reto para los patrocinadores, porque ellos deben exigir los máximos estándares de limpieza. Ellos deben estar conscientes de que lo que pase en FIFA impactará en su marca”, adelanta Sweeney.

“Deben presionar para que haya una reforma, hemos visto que los patrocinadores se han preocupado y se han conectado para que las cosas cambien. Deben tener un papel activo, pero a la vez no deben tener voz en las decisiones”, advierte.

Prácticas tras bambalinas. Personajes que han creado organizaciones para denunciar la corrupción en la FIFA reclaman que en esta elección, la transparencia no ha reinado y los candidatos han hecho gestiones en la obscuridad para obtener votos de las federaciones.

“Es una elección muy compleja, difícil... Mi preocupación es que será conducida en secreto, que los candidatos alrededor han hecho tratos en secreto con miembros de las asociaciones nacionales”, reclama en entrevista exclusiva con este diario el fundador de la organización New FIFA Now y parlamentario británico, Damian Collins.

“Hemos visto tratos entre la Confederación Asíática y Africana para respaldar la candidatura de Salman Bin Ibrahim Al-Khalifa. Es la manera vieja de hacer las cosas, tras bambalinas”, fustiga.

Collins muestra su pesimismo acerca del futuro de la FIFA. Ve demasiadas irregularidades que pueden impactar en el desempeño del organismo a futuro.

“Los fans están preocupados y los candidatos no han mantenido un debate público acerca de cómo confiar en ellos. La campaña presidencial ha sido muy decepcionante. Mi preocupación es que el próximo presidente será decepcionante también”, augura.

“Los futbolistas, ajenos”. El jugador tiene poco qué hacer en la elec ción del próximo presidente de la FIFA. De acuerdo con el ex seleccionado español, Gaizka Mendieta, quienes ingresan al terreno de juego carecen de injerencia en el gobierno del futbol.

“Para el jugador resulta complicado, porque se dedica a jugar. Es lo único que puede hacer para que aporte a este mundo”, explica el que fuera elemento del Valencia de la liga ibérica.

Mendieta espera que, pese a que la limpieza de la FIFA “es menester de otra gente de pantalón largo, a los profesionales les compete combatir fenómenos nocivos como el amaño de partidos”.

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