Zapopan.— Mujeres gloriosas como el escudo del Guadalajara. Las Chivas son tan sagradas como cada una de sus futbolistas, al conseguir una remontada que les permitió ceñirse la primera corona en la historia de la Liga Femenil MX.

Chicas rojiblancas que superaron la adversidad con la que salieron del estadio Hidalgo. Allá, el Rebaño perdió 2-0. En casa, remontó con dos goles de cabeza de Arlette Tovar y el decisivo de Norma Palafox [3-2, global].

Abrazos y lágrimas de triunfo, de campeonato, en cuanto la silbante Quetzalli Alvarado indicó el fin del partido, que derivó en el campeonato tapatío. Júbilo y celebración merecidos por un equipo que tenía la aspiración de tener una participación digna y acabó por ganarse el cetro. Fuegos artificiales en el suelo jalisciense al momento de que la capitana Tania Morales alzó el trofeo hacia la bóveda celeste.

Gracias a sus féminas, el Guadalajara, como institución, logró tres títulos en este 2017 [dos en la rama varonil]. Además, se reivindicó en el segundo semestre del año de la pobreza futbolística que mostraron los hombres en el Apertura 2017. Las mujeres rojiblancas les dieron una lección de humildad.

El triunfo también es de la competencia. Estadio Chivas lleno, transmisión seguida en televisión y comentada en redes sociales.

El futbol femenil está vivo, puede crecer y dependerá de directivos, jugadoras y afición que así sea. Hay trabajo por hacer, pero este primer certamen puede considerarse como exitoso.

La primera estrella es para las Chivas. Sus futbolistas fueron a La Minerva, la diosa de la sabiduría y las artes de guerra, que está inmortalizada en Guadalajara.

Sus seguidores las acompañaron con vítores para aumentar su gloria, que ahora puede presumir que las mujeres son capaces de quedarse con el trofeo de campeonas. Se merecen todo, la gloria es suya. La ganaron en la cancha. El Rebaño tiene chicas ganadoras, que nadie lo dude. Redacción

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