Héroes o villanos... Y es que pueden ser los salvadores o quedar marcados de por vida, por lo menos la futbolística.

En esta nueva Selección, la de emergencia, la pintada de amarillo, la de Miguel Herrera, viven al límite del precipicio, pues saben que si obtienen el boleto, vía repechaje, al Mundial de Brasil, serán los héroes nacionales, aplaudidos y recordados... Hasta El ódiame más, quizá sea un lema que al final se cambie por un simple: gracias.

Pero, si no es así, si se fracasa en el intento, en Nueva Zelanda, quedarán marcados para siempre y cada vez que toquen un balón, que aparezcan en público, alguien les recordará tan sonado fracaso.

Los seleccionados de este nuevo Tri, del Tri-Águila, claro que lo saben. “Nos jugamos todo”, es el sentimiento expresado por Juan Carlos Medina, volante del ave.

“No hay tiempo de excusas, para hablar de que... ¡tenemos tiempo! Ahora es, sí o sí. Nos toca vivir ésta, pero de igual forma hay que disfrutarlo, sacarlo adelante”, dice el llamado Negro.

Está consciente de que los adjetivos: héroe o villano, están sobre sus cabezas: “No tenemos de otra, hay que aceptarlo. Hoy nos toca estar aquí y como podemos ser los salvadores, podemos ser los villanos de la película. Pero vamos a sacar esto adelante con trabajo. La situación [a pesar de todo] es muy bonita y lo quiero disfrutar”, resalta.

Difícil ha sido separar al Tri del América, aunque sea casi lo mismo: “Quisiera dividirlo, pero sé que no es así. Nos dolió [quedar eliminados en la Concacaf], pero Miguel se ha encargado que dejemos eso atrás, y nos enfoquemos en la Selección. Hoy eso es lo importante”.

Miguel Layún, otro de estirpe azul-crema, reconoce que la doble etiqueta ya está sobre sus hombros: “Lo sabemos, pero lo importante es meternos en la cabeza lo positivo y sacar adelante esto, no sólo por nosotros, sino por ustedes [la prensa] y la gente”.

Si ya de por sí se vive con presión vestido de amarillo, con la prenda Tricolor, aumenta. “Claro -afirma Layún-, la presión es más grande cuando éstas en la Selección, aquí no sólo es un club, es México. Prefiero pensar que yo no cargo a la gente, sino que la gente me carga a mí”.

Mas así como la mayoría de los jugadores aceptan estar en el paredón, por el momento que vive el futbol nacional, otros piden que se repartan con igual porcentaje todas las culpas, como es el caso del portero Moisés Muñoz.

El cancerbero, también de las Águilas, prefiere que se señale en esta crisis, “a todos. Todos debemos compartir la responsabilidad, porque al final será una calificación para todos: directivos, jugadores, prensa y afición. Todos debemos asumir la culpa y hasta ahí queda”, sentencia.

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