Monterrey.— El portero argentino Oscar Ustari llegó al Atlas de Guadalajara con la fama de ser un gran portero, pero también por haber sido sobrevalorado.

En el 2007, Ustari pasó del Independiente al Getafe de España por más de siete millones de dólares, lo que fue para el club madrileño, el fichaje más caro de su historia.

Hasta ese momento.

Pero parece que el dinero lo marcó y no reflejó lo que verdaderamente ha sido su carrera.

Ustari nunca se ha consolidado en ningún club, ni con el Getafe, ni con Boca Juniors, Almería, Sunderland o Newell’s Old Boys, y su primer torneo con los Rojinegros, fue para olvidar.

Quizá ahora sea diferente.

El argentino fue pieza clave para que el Atlas saliera con vida del Volcán al igualar a cero goles con los Tigres, que ni con André-Pierre Gignac en la cancha, pudieron abrirlos para conseguir su primera victoria del Apertura 2016.

Tigres dejó ver todo su potencial ofensivo con gente como Ismael Sosa, Luis Quiñones, Damián Álvarez, y el mismo francés ante un conjunto tapatío que salió con la intención de proponer, mas al ver al monstruo que se le vino encimo simplemente reculó, y se apoyó en las reacciones felinas de su portero, quien de todas formas evitó que los norteños lograran conseguir un tanto.

La buena noticia para los felinos dirigidos por Ricardo Ferretti es que es sólo cuestión de tiempo para que sus delanteros comiencen a festejar, es demasiado y quizá hasta obsceno el plantel que tienen los Tigres en comparación con el resto de la Liga. Su ataque está lleno de garantía de que tarde o temprano los goles comenzarán a llegar y como consecuencia se festejarán los triunfos.

Atlas se sigue reconstruyendo, el empate a cero goles lo puede considerar como una victoria en lo que a moral se refiere, porque no cualquiera se mete al Volcán y sale sin quemarse, como salió ahora gracias a Ustari, el ‘millonario’ que va por su redención.

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