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“Go taje san qui ma jnini [voy a ganar por mi pueblo— en otomí—], pa a san ui [para donde vivo], y a nsajni [para Toluca]”, lanza convencida Ibeth La Roca Zamora, boxeadora de origen otomí, quien peleará ante la japonesa Naoko Shibata por el título vacante minimosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el próximo 3 de marzo.
Orgullosa de su origen. Ibeth se considera embajadora de su querida San Cristóbal Huichochitlán. Una comunidad a las afueras de Toluca. Ahí inició su carrera como boxeadora y ahí se ha vuelto una mujer de cambio. De demostrar que las chicas también se pueden dedicar a actividades que antes estaban marcadas sólo para los varones.
“Soy de orígenes otomíes orgullosamente. En mi comunidad, a las mujeres no se nos daban las mismas oportunidades, ni siquiera de estudiar... Que a nosotras sólo nos tocaba estar en casa y también se nos negaba el deporte. Ahora, hemos dado un giro por completo a las cosas, en donde ya se ven a chicas que están en el gimnasio”, resalta.
Apodada La Roca, por su fortaleza, inició en el boxeo a sus 15 años. Forjó una destacada carrera como amateur al ganar el torneo de Guantes de Oro de la capital y con una marca de 36 peleas con sólo dos derrotas antes de pasar al profesionalismo. Pero el inicio en el pugilismo no fue fácil.
“En un principio, mi familia no estaba de acuerdo a que yo me dedicara al boxeo y menos al tener cuatro hermanas mujeres. A mí me decían que cómo iban a permitir que como mujer me golpearan en un deporte que sólo es para hombres. Varias personas me lo hicieron saber”, recuerda la joven de 24 años.
Pero después de conquistar su primer campeonato mundial paja de la Asociación Mundial de Boxeo, en Panamá, el nombre de su comunidad empezó a sonar más. Ahora va por su cuarto título de corte internacional, cuando enfrente a Shibata en Japón.
“Cada quien hace su historia. Yo como boxeadora busco forjar mi propia historia en este deporte. Yo trato de realizar mi carrera de la mejor forma, un camino en donde me enorgullezco por venir de San Cristóbal Huichochitlán”, resalta.
Zamora, además de su carrera boxística, participa en dos programas de radio en Toluca para comentar sobre boxeo y es vocal del Instituto del Deporte de su municipio. En lo académico, acaba de iniciar su carrera en Derecho, pues resalta la importancia de preparar el futuro después de colgar los guantes.
“Todas estas actividades que tengo me las ha dejado el boxeo. Agradezco que la vida me haya dado la oportunidad de estar en este deporte que me ha dado varias facetas. Siempre hay que sonreírle a la vida”, destaca la pugilista otomí, quien, en cada oportunidad que tiene, busca mostrar la lengua y pensamientos de su querida comunidad.
