LOS ÁNGELES.— Los tiempos de añorar por un nuevo Fernando Valenzuela parece que han llegado a su fin. El culpable: un adolescente mexicano que deslumbra por su temperamento y brazo izquierdo que hacen recordar inmediatamente cuando El Toro de Etchohuaquila era la figura del beisbol de Grandes Ligas, allá por la década de los 80.

Julio César Urías es su nombre. Con 17 años de edad, el pitcher de Culiacán forma parte del futuro del beisbol mexicano y es la joya de los Dodgers de Los Ángeles que ahora esperan sea tiempo de la Juliomanía.

“Es un Fernando Valenzuela, pero con más velocidad”, sentencia tajante Mike Brito, el caza talento que firmó a Valenzuela y quien también estuvo a cargo de contratar a Urías.

Poco a poco y como el imán que fue Valenzuela, Julio César Urías ha atraído los reflectores del mundo del beisbol.

En el pasado Juego de Futuras Estrellas, el sinaloense se convirtió en el pelotero con menor edad en tener participación. En una entrada, Urías retiró a sus tres enemigos sin daño alguno y logró lanzar nada menos que a 97 millas por hora.

“He escuchado buenos comentarios de los scouts, e inclusive tuve la oportunidad de verlo en el Spring Training, cuando tiró en el equipo grande contra los Padres de San Diego, y el joven muestra mucho talento, mucha determinación para atacar la zona de strike. Es un brazo joven y hay que llevarlo poco a poco”, dice Fernando Valenzuela, quien ahora es analista de televisión de Dodgers.

Los elogios para Urías llegan a raudales; sin embargo, el serpentinero trata de tomarlo con calma. Aunque reconoce que ahora tiene más presión por todo lo que gira en torno a su persona.

“Estoy contento, para mí es un sueño que estoy viviendo. Sé que vienen cosas buenas para el año y mi carrera, pero ahora tengo un poco más de presión”, explica Urías, quien actualmente se encuentra en los Quakes de Rancho Cucamonga, sucursal Clase A avanzada de los Dodgers.

El zurdo, quien además de velocidad en sus lanzamientos cuenta con una curva y cambio de velocidad que atornillan a los bateadores, recibió su primer contrato profesional por parte de los Diablos Rojos del México, quienes después lo negociaron con la novena angelina, justo una semana despúes de que observaron al cubano Yasiel Puig, en agosto de 2012.

“No se necesita ser un experto o tener el ojo más clínico para ver el talento de Urías. Nosotros lo firmamos y lo llevamos a la Academia de Oaxaca. Después de que Mike Brito y Logan White lo vieron lanzar, White pidió hablar conmigo y en media hora se hizo la transferencia”, detalla Roberto Mansur, presidente del conjunto de la capital mexicana.

Si todo continúa con el patrón que los Dodgers han dado, el más promisorio pitcher mexicano de los recientes años podría formar parte del róster del equipo grande en dos temporadas más para iniciar la Juliomanía.

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