Real Madrid y Barcelona cerrarán mañana el año en el Santiago Bernabéu con el esperadísimo clásico del fútbol español, un partido que se presenta trascendente para los azulgranas y vital para los blancos.

El conjunto catalán llega a la casa del vecino como firme líder y con 11 puntos de ventaja sobre su máximo rival, aunque éste tiene un encuentro menos. Una victoria del Barcelona sería todo un golpe y dejaría al Real Madrid con mínimas opciones de pelear por reconquistar el título de la Liga española a pesar de quedar más de medio torneo en disputa.

El precedente más inmediato cabe encontrarlo en agosto, cuando ambos equipos se midieron en la Supercopa de España y el Real Madrid arrasó por un global 5-1. Pero mucho cambiaron las cosas desde entonces. Mientras los azulgranas perfeccionaron su plan a partir de su presión defensiva y el liderazgo de Lionel Messi en ataque, los blancos cometieron numerosas distracciones que les llevaron a la situación actual, cercana al límite.

"Que ellos van primeros es un hecho y un mérito. No importa si juegan bien o no, pero van primeros y es por algo. Nosotros queremos recortar algo de distancia", asumió hoy Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid.

A su equipo no le vale otra cosa que no sea el triunfo, aunque fortaleció su moral en las últimas semanas con su victoria 5-0 ante el Sevilla y su éxito en el Mundial de Clubes. Necesita reforzar esas sensaciones con un triunfo ante el líder.

"Pase lo que pase mañana, vamos a seguir trabajando y pensando que esto es muy largo y la Liga no va a estar sentenciada. Eso sí, vamos a intentar hacer un buen partido para intentar ganar", afirmó, sin embargo, Zidane, convencido de que su equipo dará pelea en la Liga incluso si tropieza mañana.

"No creo que nosotros seamos más favoritos. Son partidos que no importa la clasificación", aseguró hoy Valverde. "Pase lo que pase mañana, quedará aún mucho", coincidió el técnico azulgrana con su homólogo en el banco blanco.

Para intentar derrotar al Barcelona, el técnico francés contará con su equipo favorito, el que que ganó la última final de la Liga de Campeones. Eso incluiría a Luka Modric, Isco, Toni Kroos, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo en la generación de ocasiones.

Sin embargo, tampoco es descartable que Zidane dé la sorpresa e incluya a Gareth Bale en el equipo después de los buenos minutos ofrecidos en el Mundial de Clubes. Sería el regreso de la llamada "BBC" a costa de sacrificar un centrocampista.

Falta por ver la respuesta del técnico del Barcelona, Ernesto Valverde, después de su caída en la Supercopa, aunque no cabe esperar otra cosa que la insistencia en los argumentos que le dieron tantos frutos durante la presente edición de la Liga española.

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