Además de entrenador, Miguel Herrera cumple funciones de sicólogo y hasta guardián de lo que comen sus futbolistas.

El Piojo confirma lo revelado por Héctor González Iñárritu, director de Selecciones Nacionales, en cuanto a que la carne de res no está en la dieta tricolor. El objetivo es blindar a los seleccionados de un posible dopaje por clembuterol.

A los hombres que estaban en su órbita se les pidió no ingerirla.

“Aquí en el CAR [Centro de Alto Rendimiento], se determinó —por la situación que ha pasado— que no se coma carne”, subraya. “Mes y medio antes [de empezar la concentración], empezamos a tratar de decirles a todos los muchachos que no se coma ese tipo de carne, que estén concentrados en lo que tenemos que hacer. Afortunadamente se ha hecho caso”.

El único que podría presentar algún rastro de la sustancia es Miguel Ponce, quien se integró a la Selección Mexicana tras la baja del lesionado Juan Carlos Medina. El Pocho confesó haber comido unos tacos de bisteck en Tijuana.

“Por ahí, está lo que salió de Ponce, quien la semana pasada comió unos tacos, sin saber que iba a estar en la lista final, pero afortunadamente eliminas eso en tres o cuatro días, porque la sustancia y cantidad que te infecta de clembuterol no es para que piensen que estás dopado”, sentencia. “Sí, es dopaje, pero sale muy poquito, a diferencia de algo que te estés tomando para crecer [la masa muscular]. Hemos tomado todas las medidas preventivas para eso”.

Y no incomodan a los seleccionados, quienes reconocen lo importante que es evitar un dopaje en la parte final del camino rumbo a la Copa del Mundo.

“Desde las vacaciones se nos avisó que no podíamos comer carne y queda en cada quien, cómo se cuide y cómo quieras estar”, sentencia el volante Héctor Herrera. “Como profesionales que somos, tenemos que dejar de lado algunas cosas. Ya habrá tiempo para eso”.

A todos los convocados por el entrenador nacional se les han practicado controles preventivos.

Aclaración sexual

Sobre la supuesta prohibición para tener relaciones sexuales durante la actual concentración, Herrera afirma que “es algo que nosotros no tenemos en mente”.

“No pasa por la cabeza de nosotros pensar en hablar con los muchachos de sexo, sino de la cancha, el parado táctico, la alineación de los rivales, cómo se paran”, añade.

Andrés Guardado, con molestia, sentencia que “no opino nada de eso, es un tema estúpido. Pregúntame mejor de Camerún, Croacia o Brasil... Es algo que no preocupa, ni me agobia. Se ha puesto de moda y no le doy importancia”.

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