Miguel Ponce sonríe, porque tiene la oportunidad de su vida, ante la casualidad del destino que fue la desafortunada lesión de Juan Carlos Medina.

Razón por la que no tiene empacho en recordar cómo lo recibieron los demás seleccionados en el Centro de Alto Rendimiento de la Femexfut.

“Me recibieron a golpes [la clásica pamba], pero bien. Me demuestran su cariño. Tenemos buena relación con varios y muy contento”, describe.

Ponce se encontraba de vacaciones en su natal Sacramento, California. Estaba con su familia, cuando se enteró de la baja de El Negro Medina y que él sería su sustituto en Brasil 2014.

“La verdad, cortar mi periodo de descanso por una noticia así, bienvenido sea”, expresa visiblemente emocionado.

En un inicio, quedar fuera de los 23 convocados por México para la Copa del Mundo “sí me pegó, me puse triste, pero jamás bajé las manos”,

Dice que tenía una esperanza de estar en el listado: “Siempre tuve una velita prendida y gracias a Dios, ayer [martes] se me da la noticia de que estaba convocado a la Selección”.

La vida, en unos instantes le cambió al lateral zurdo. “Ahora estoy convocado para asistir al Mundial y vengo motivado, ilusionado, con muchas ganas de hacer las cosas bien”, acepta.

Durante su primer entrenamiento, Miguel Ponce tuvo una práctica diferenciada del resto de los compañeros.

Recorrió la cancha con un trote ligero. Un preámbulo de su próximo reto.

“Ahora me toca trabajar para ponerme a punto y competir por un lugar con mis demás compañeros”, acepta ante la oportunidad de su vida.

Google News