El último recorrido de una leyenda. Un nombre forjado por siete campeonatos mundiales de Fórmula Uno. El hombre récord en todos los rubros relacionados con victorias en Grandes Premios. Es Michael Schumacher, El Káiser de las pistas, que este domingo se retirará definitivamente como piloto de la categoría reina del deporte motor.

Schumi es el máximo vencedor en la historia de la F1 con sus siete campeonatos ganados en 1994, 1995, 2000, 2001, 2002, 2003 y 2004. En su palmarés logrado a lo largo de 307 Grandes Premios destacan las marcas de mayor número de campeonatos (7), el de más victorias totales (91), el de más triunfos consecutivos (7), el de más banderas a cuadros al inicio de una temporada (5) y el de más pole position conseguidas (68), entre otros. Diversas marcas que quedarán selladas de manera definitiva cuando corra su último Gran Premio este fin de semana en la pista paulista de Interlagos, en Brasil.

“[Este segundo retiro] será probablemente menos emocional que en 2006, cuando aún peleábamos por el título y todo tenía más interés, pero, esta vez, podré prestar más atención a mi despedida y también saborearla”, señala el alemán a través de su página oficial de la web, quien ya había colgado los guantes de piloto hace seis años.

A la par de sus triunfos, también será recordado como uno de los pilotos más castigados por maniobras peligrosas en varios momentos de su carrera. Uno de estos momentos bochornosos se dio en el Gran Premio de Europa de 1997, en donde chocó intencionalmente al Williams de Jacques Villeneuve, en una acción muy criticada y que le costó la pérdida de los 78 puntos que había conseguido en dicha temporada.

El debut de Schumacher fue circunstancial. Se dio en el Gran Premio de Bélgica en 1991 cuando le brindaron la oportunidad de sustituir al belga Bertrand Gachot, quien estuvo en la cárcel por un altercado con un taxista londinense. Pese a que Michael se retiró en la carrera por problemas mecánicos, llenó el ojo de la escudería británica Benetton-Ford.

Arriba de este monoplaza alcanzó su primer título mundial en 1994, en una cerrada temporada que se definió por un punto de diferencia sobre el británico Damon Hill.

Pero fue hasta que llegó a Ferrari, en 1996, que alcanzó su mejor momento. Logró cinco campeonatos consecutivos en donde monopolizó un serial con memorables triunfos y sorprendentes carreras.

Después de tres años de retiro, regresó a las pistas con la escudería Mercedes. Años en los que batalló para ser competitivo y donde sólo ha sumado un podio. Por esta falta de rendimiento es que toma la decisión del retiro definitivo tras forjar una carrera de época. Un nombre que perdurará por la eternidad.

“Tuve unos años fantásticos en la F1 y un gran apoyo de mis aficionados por todo el mundo, a quienes agradezco. Por supuesto que sería más feliz si me pudiera despedir con una gran carrera. Estoy seguro de que junto con mi equipo lo daremos todo para que así sea”, dijo el único heptacampeón de la Gran Carpa.

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