Una espalda recién operada no fue suficiente para detener la apretada agenda del ex número uno del mundo del golf mundial, Tiger Woods.

Desde ser nombrado visitante distinguido hasta brindar una clínica de golf y asistir a una cena con el empresario Carlos Slim, fueron algunas de las actividades de Woods en su primera visita a la capital del país.

“Ya había estado en México varias veces, pero nunca en la capital, estoy muy contento”, dijo Woods, quien tenía programado jugar en un torneo de golf, pero canceló tras ser operado de la espalda en septiembre pasado. Esa fue la segunda operación para el golfista en su carrera.

“En cuanto a mi salud me siento bien, sólo estoy un poco ‘duro’ [de la espalda] pero eso pasa por la cirugía. He podido hacer casi todo, lo único que pasa es que cuando veo a mis hijos quieren jugar futbol y quieren que sea el portero, lo cual puedo hacer siempre y cuando no me lance”, dijo Woods. “La rehabilitación comenzará pronto, será tediosa y larga, la última vez me tomó tiempo volver. Algunos jugadores se han operado de lo mismo en el Tour y para estar de vuelta libres de dolor les ha tomado más de un año”.

Tiger Woods ya había sido operado de la espalda en marzo de 2014.

“Hace no mucho fui el Jugador del Año, no estoy tan lejos de ese nivel, pero para lograrlo necesito estar sano. Este año traté de jugar luego de la operación y no fue nada divertido por tanto dolor”, agregó. “Además, en la última operación estaba cambiando mi swing y para poder hacerlo tengo que practicar mucho, lo cual no puedo hacer bien por la rehabilitación. Fue una situación complicada por eso”.

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