Ha sido una inyección de energía el volverse madre. La explicación de que su regreso a los encordados sea más feroz. Frida ahora es la inspiración de la boxeadora tijuanense Jackie Nava y la causante de que La Princesa Azteca se vea más poderosa en cada jab lanzado.

“Me he sentido mejor, más motivada por mi hija. Mi esposo y yo estamos al pendiente de ella. La disfrutamos mucho y nos da mucha energía para hacer más cosas todavía. A lo mejor me pude haber quedado a ser mamá nada más, pero el nacimiento de Frida me dio mucha energía para hacer muchas cosas más. Ahora quiero ser ejemplo para madres e hijas”, reflexiona Jackie Nava, mamá y vigente campeona del mundo.

Jackie es una leyenda dentro del boxeo femenil. Pionera en México del pugilismo de guantes rosas. Primera monarca femenil en la historia que tuvo el Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Dos divisiones conquistadas, la gallo y supergallo, categoría en la que ostenta actualmente el campeonato interino de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Con este palmarés decidió convertirse en madre, por lo que estuvo fuera del ring casi dos años.

A la llegada de Frida, el ‘gusanito’ de volver al ring la invadió. Pero hubo dudas en su interior. Tantas que la llevaron a la lona en el primer round de la pelea de regreso ante la venezolana Alys Sánchez, en combate celebrado en su natal Tijuana, en mayo.

Pero después de eso, vino un regreso antológico de La Princesa Azteca. Remontó el combate y terminó noqueando a su rival, para arrebatarle la diadema supergallo de la AMB con la contundencia de haber mandado a la venezolana cuatro veces a la lona antes de liquidarla por completo.

“Uno de mis miedos de regresar al ring era saber qué iba a sentir estando arriba. Pero realmente yo me sentí mucho mejor que otras veces. Eso me dio mucho más energía, más motivación para seguir dando más batallas”, dice.

La tijuanense ahora se prepara para una nueva guerra. Esta vez es por el supergallo del CMB ante la actual monarca, la jamaicana Alicia Ashley, el 6 de septiembre. Para esta preparación volvió a sentirse más fuerte que antaño. Su reflexión la lleva a pensar que esta energía extra que siente se debe a su experiencia de dar a luz.

“El dar a luz, ese esfuerzo, como el que yo tuve, porque di nacimiento a mi hija de manera natural, la verdad que es fuerte. Sí fue algo muy extremo. Creo que te da más fuerza interna una experiencia así. De hecho, lo he sentido también en la condición [física]. Ahora, en los entrenamientos me siento muy fuerte y rápida. Ha sido muy fuerte el cambio”, detalla.

Nava tiene el tiempo contado en este regreso. Anhela un segundo hijo y no le gustaría que Frida la viera boxear cuando empiece a asimilar más su entorno. Pero antes, quiere agrandar su legado.

“Quiero volver a retomar mi camino en este deporte, a dar más de lo que hasta ahora había dado y dejar huella. Es lo que me interesa, antes de retirarme”, afirma.

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