SANTOS.— Miguel Herrera frunce tímidamente el ceño cuando recuerda que la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) ha abierto un expediente disciplinario al Tricolor por el grito que sus aficionados practican en cada despeje de los porteros contrarios. El desacuerdo es evidente.

Para el director técnico nacional no es tan serio que los asistentes a un inmueble coreen la palabra “pu…” en el momento que el arquero hace contacto con el esférico.

“No tengo algo que decir. Nos vamos a concentrar en trabajar, que el equipo gane; eso no nos corresponde”, sentencia, antes de aclarar que “estamos con nuestra afición. No es más que simplemente presionar al arquero rival. De esa forma se inventó ese grito”.

“En México, hubo un equipo que lo hizo y luego ya se ha adaptado por todas las demás porras de los clubes mexicanos. No es algo grave”.

Argumenta su teoría con las vicisitudes que los silbantes deben enfrentar cada partido, sobre todo, si cometen yerros que perjudican flagrantemente al equipo que cuenta con mayor respaldo en las tribunas.

Recuerda que los jueces son severamente insultados y jamás se ha contemplado la posibilidad de castigar, aunque sólo sea económicamente, al conjunto que es respaldado por quienes lanzan los improperios.

“Si vemos que cada que hay una expulsión o mala marcación, al pobre árbitro le llueve de todo y le dicen cosas, habría que multar a los equipos en todos los partidos”, considera. “Me parece que no pasa por ahí”.

“Hay cosas más importantes que solucionar que una expresión de presión hacia un arquero, la cual se hace en México desde hace tiempo”.

Por lo que intenta dar carpetazo a la peculiar situación y enfocarse en el crucial juego de pasado mañana ante Croacia, en el que se espera la presencia de más de 35 mil aficionados mexicanos, por lo que —seguramente— la polémica expresión se escuchará con bastante fuerza cada que el meta Stipe Pletikosa haga un despeje sobre la cancha de la Arena Pernambuco.

Herrera se ha habituado a escucharla… Y la considera inofensiva, así es que regresa al objetivo principal, que es vencer a los balcánicos.

“Nos conviene ganar”, ataja. “Ellos tienen que salir a hacerlo y nosotros también los ofenderemos y aprovecharemos los espacios que puedan dejar, porque la obligación principal es de ellos. No vamos a buscar un empate para poder pasar”.

“Si se da al final, qué bueno, porque pasamos, pero la idea es buscar el triunfo”.

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