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Ciudad de México.— Un mes después de ser acusado por presunto lavado de dinero por el Gobierno de Estados Unidos, el futbolista Rafael Márquez busca pasar página, mientras su proceso legal sigue adelante con el Mundial de Rusia 2018 en el horizonte.
Primero fue a través de un mensaje en redes sociales la semana pasada, donde el ex defensor del Barcelona anunció que la fundación que lleva su nombre, una de las organizaciones sancionadas por el Departamento del Tesoro estadounidense, reiniciaba su programa de nutrición para niños con escasos recursos.
Ahora, el Atlas, donde Márquez debutó y al que regresó en 2016, informó en un comunicado este lunes que el jugador se reintegraba a los entrenamientos del primer equipo “a fin de mantenerse en forma para cuando llegue el momento de volver a las canchas”.
Uno de los ídolos más venerados del futbol mexicano vio cómo su larga y respetada trayectoria se veía empañada en agosto con las acusaciones de nexos con un capo del narcotráfico, lo que le costó el congelamiento de todas sus cuentas y bienes en Estados Unidos.
Su abogado, José Luis Nassar, aseguró a la cadena Televisa que es un “trámite eminentemente administrativo, no penal. Rafa sabe que no hizo absolutamente nada malo”, indicó. “Por supuesto que es viable que se le retire de la lista negra, ha sucedido”, aseveró.
Márquez, quien negó desde el primer momento las acusaciones y cualquier relación con organizaciones del narcotráfico, jugó por última vez el 6 de agosto en la derrota del Atlas como visitante 3-2 frente a Toluca, por la tercera fecha de la Liga mexicana.
Desde entonces, se había dedicado exclusivamente a su defensa. “El partido más difícil de su vida”, declaró en su momento. Antes de que la acusación sorprendiera a todos, el capitán y símbolo de la Selección Mexicana aspiraba a retirarse en el Mundial de Rusia.
“No podemos hablar de tiempo, el proceso [legal] es largo, son 20 años de operaciones que hay que revisar, somos muchos los que deseamos que vuelva a las canchas”, manifestó el abogado Nassar.
La Federación y la Liga mexicanas le expresaron su apoyo, pero el cuarto apartado del artículo 23 del Reglamento de Afiliación, Nombre y Sede indica que las personas físicas que soliciten afiliación a la Federación “no podrán ser parte ni haber participado en negocios de dudosa reputación”.
Si Márquez quisiera volver a las canchas sin que su nombre haya sido excluido de todo señalamiento por parte de las autoridades, la Federación y la Liga MX podrían verse obligados a no dejarlo participar en una eventual convocatoria con Atlas ni la Selección.
Con 38 años, Márquez soñaba concluir su carrera con un quinto Mundial (2002, 2006, 2010 y 2014) y el entrenador del Tri, Juan Carlos Osorio, había dicho que tenía un lugar en la plantilla.
A raíz de las acusaciones, Osorio manifestó que el defensor tenía derecho a defenderse y aseguró que “es un jugador que todavía tiene mucho por aportarle al equipo".
También lo respaldaron otros referentes en el futbol mexicano, como el brasileño Ricardo Ferretti, estratega de Tigres. “Ojalá que [Márquez] pueda llegar a Rusia. El balón no pregunta la edad, quiere que se le trate, bien”, aseveró.
“Es un gran ser humano, en toda la extensión de la palabra, el asunto se va a aclarar y le vamos a dar la razón a Rafa”, concluyó.
A nueve meses del Mundial, Márquez volvió a vestirse con el uniforme de entrenamiento del Atlas. Con la rehabilitación de su imagen y de sus empresas pendiente, el futbolista quiere seguir en su mejor forma física por si su equipo y Osorio lo necesitan. DPA
