La mandíbula de José de Jesús Corona se aprieta y su rostro se torna colorado en cuanto se entera que Miguel Herrera ha ventilado aquella plática sostenida por ambos días antes del inicio del Mundial.

El portero de Cruz Azul confirma lo revelado por El Piojo a Televisa, en cuanto a que le preguntó qué le había faltado para ser el titular en Brasil 2014, aunque deja claro que no le agrada que se haya hecho público. Incluso advierte que antes de aceptar una nueva convocatoria al tricolor desea escuchar lo declarado por el estratega.

“Yo soy feliz sin rencores, estoy muy tranquilo con mi trabajo, pero ya veremos [si vuelvo al Tricolor]. Realmente sí me gustaría escuchar esa entrevista para saber qué fue lo que habló”, sentencia serio.

“En caso de que sea lo que platicamos, no hay problema, pero si existen algunas palabras que por ahí me perjudicaran, lo hablaría yo directamente y diría qué fue lo que pasó”. Corona reitera su extrañamiento por la actitud de Herrera y adelanta que buscaría una plática con él y Héctor González Iñárritu, director de Selecciones Nacionales.

“Era una plática entre dos, que no tenía por qué ventilarse por el bien de todos”, asegura. “En ese momento lo hablé y de verdad que me aguanté, además de que siempre trabajé por mis compañeros”.

Lo único que no se atreve a confirmar es si preguntó al Piojo que la decisión de colocar a Guillermo Ochoa se debía a alguna presión externa debido a llamadas telefónicas. “Realmente no es común que un entrenador haga esto, pero él tendrá sus razones y ya en su momento, después de escucharlo, sí me gustaría hablar con él y con Héctor González Iñárritu sobre ese tema... Y que se quede entre nosotros nada más”, advierte.

En cuanto a cómo es y cómo fue durante el Mundial la relación con el entrenador nacional, el tapatío asegura que jamás hubo inconvenientes. Afirma que él se dedicó a trabajar y respetó la decisión de ser suplente, por más que le doliera.

“[Fue] buena, como siempre. Él me conoce desde hace tiempo y yo a él... Y siempre ha sido de frente”, presume. “Hemos ido de frente. Hablamos las cosas como son y eso [su suplencia] era algo que yo sí quería saber, porque venía haciendo muy bien las cosas, y no había dado un motivo de irregularidad futbolística, problemas extra cancha, pero respeto las decisiones y apoyo a mis compañeros. En todo momento lo hice, aunque nunca bajé la intensidad en los entrenamientos”.

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