Cerca de 220 niños queretanos se encuentran tomando diversos cursos en los Centros de Asistencia de Desarrollo Infantil (CADI), con los que cuenta el Sistema del Desarrollo Integral para la Familia del estado (DIF), los cuales van desde los 4 años de edad hasta que se llegan a la adolescencia. Estos centros tienen por objetivo desarrollar las diversas habilidades de los menores de edad, así como brindarles educación, a todos aquellos que se encuentran en riesgo de situación de calle o, en su defecto, que se encuentren realizando diversas actividades laborales a tan corta edad. Todos los pequeños asisten actualmente a la escuela, sin embargo algunos de ellos deben hacer un esfuerzo extra por ayudar a sus familias. Con sólo 9 años de edad y originaria de Querétaro, la pequeña Nadia, quiere ser maestra para enseñarles a todos sus amigos la importancia de estudiar. Ella tiene poco tiempo de asistir a los Centros, sin embargo le gusta porque ha conseguido amigos además de que le prestan libros que pude leer y también le enseñan a sumar. Alan, de 9 años, originario del municipio de Corregidora, lleva dos años acudiendo al Centro del DIF, y menciona que le gusta ir porque hay ‘juguetes, leemos, hacemos computación o a veces nada más leemos’. Este pequeño ha trabajo en los tianguis y con esto ayuda ‘a la comida´, menciona que él ‘vendía gorros, cachuchas, bufandas, sombreros para hombres; los jueves y domingos’, este pequeño le ayuda a su mamá con algunos de los gastos de la casa. El pequeño Diego, de 11 años de edad, menciona que aparte de ir a los grupos del DIF, él también va a trabajar pero él se dedica a ‘cuidar carros en los mercados. Carlos Eduardo, otro pequeño que asiste al Centro, con sólo ocho años, apoya a su familia trabajando con su papá en el mercado de abastos durante el periodo vacacional. Su actividad es cuidar ‘que no se roben el huevo’. Menciona que le si cuida bien el huevo su papá le retribuye con 30 pesos , los cuales dice ahorra para comprarse algunas cosas, y se lo da a su mamá para que ella los guarde. Por último el pequeño Jeremi Emilio, de 8 años de edad, ayuda a su mamá cuándo se va a vender al mercado, a veces le toca barrer, otras veces lavar los platos o ayudar a llenar de agua la lavadora; cuando tiene que ir al mercado con su mamá cuida a su hermanito de 2 años, y en algunas ocasiones el puesto de su mamá. Estos pequeños dijeron a El Universal Querétaro, que les gusta mucho poder asistir a estos centros y que en ocasiones sus papás los regañan por no asistir. Ya sea una o dos veces por semana los pequeños asisten a estos lugares, varios de ellos son primos y otros muchos han sido invitados por sus amigos. Lo más importante, dicen, es ir a jugar y a aprender.

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