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daniel.blumrosen@eluniversal.com.mx
TORREÓN.— Volverá a Inglaterra remasterizado, con la alegría que provoca escribir una de las páginas más doradas en su aún corta trayectoria dentro de los lienzos verdes en el mundo.
Cuando horadó la portería de El Salvador, Javier Hernández desconocía que acababa de derrumbar otra puerta de la bóveda celestial. Ahora habita en la zona reservada para aquellos hombres capaces de seducir al gol.
El Chicharito acumula 28 anotaciones con la Selección Mexicana, suficientes para ingresar al Top 10 de máximos realizadores en la historia del equipo nacional.
“No lo sabía”, admite el carismático delantero, en charla con EL UNIVERSAL. “[Me siento] muy feliz. Imagínate, estar ahí dentro… Y en tan poco tiempo. Apenas llevo tres años [con el Tricolor]”.
Remembranza que arranca un suspiro. Javier Aguirre fue el hombre que lo consideró por primera vez. Debutó el 30 de octubre de 2009 frente a Colombia, en Dallas. Inicio de una carrera meteórica, que ya le ha dado varias satisfacciones, pero sentencia que “voy por más, aunque siempre ponderaré el bien del equipo”.
El primer festejo llegó menos de cuatro meses después, contra Bolivia. Aquella noche en San Francisco, marcó uno de los cuatro dobletes que tiene con el representativo mexicano. También presume un hat-trick, frente a El Salvador, por la Copa de Oro.
Sus grandes ojos irradian un especial fulgor cuando escucha que comparte honores junto a hombres como Hugo Sánchez, Luis García, Enrique Borja y Jared Borgetti, depredadores a los que admira profundamente.
“Estoy muy contento. La verdad es que no sé bien cuáles son todos los nombres, pero el ya estar en esa lista con tantas leyendas de este bonito país, obviamente que motiva mucho. Lo más importante es que ganamos otro partido”.
Y que hiló tres con anotación, pues previo a celebrar el martes en el estadio Corona, lo hizo contra Costa Rica y Guyana.
Racha que le permite cruzar remasterizado el océano Atlántico. Jamás ha dudado de su capacidad, pero el gol es el maná de cualquier atacante.
“Sé estar abajo y arriba. Afortunadamente, casi siempre ha sido arriba y espero mantenerme ahí”, comparte. “No le temo a nada”.
“Si caen los goles o no, es parte de... Lo más bonito es que podamos aportar, ayudar al equipo como siempre. Soy muy respetuoso con toda la gente que está hablando… Siempre mantengo la calma”, asegura el atacante.
Virtud que intenta contagiar a sus compañeros, más allá del alud de críticas que reciben.
Javier presume el inmaculado paso del Tricolor por la eliminatoria rumbo a Brasil 2014. No le ocupa lo que los adversarios en el hexagonal final piensen del equipo dirigido por José Manuel de la Torre. Su mente está enfocada en subir más peldaños de la escalera que conduce a la gloria.
“Más que dejar imagen, nosotros nos preocupamos por hacer las cosas de la mejor manera”, sentencia. “Siempre salimos a buscar el resultado y, gracias a Dios, se nos dio”.
“En estos últimos dos partidos, mantuvimos el cero, metimos siete goles. Hay muchísimas cosas positivas” a nivel colectivo e individual. Él se enteró de una que lo motiva a regresar con todo en busca de ser titular con el Manchester United. Ya es parte de la legión tricolor del gol.
