GUADALAJARA.— El calvario de Rafael Márquez Lugo comenzó el pasado 1 de abril, cuando ingresó al quirófano para reparar una ruptura de menisco en la rodilla izquierda. Y parece no tener fin, pues hasta la fecha no ha podido volver a las canchas. Este miércoles, el delantero del Guadalajara ha sido operado nuevamente por el doctor Rafael Ortega. La intervención resultó exitosa, pero con una mala noticia: estará fuera de circulación otros cinco meses.

Esta ha sido la tercera ocasión en la que el atacante pasa por el quirófano para arreglar una misma lesión. En abril pasado se suponía que se había arreglado el problema y se estimaba una recuperación de tres meses. Pasaron cuatro y medio, sin resultados positivos. Fue operado una vez más para tomarle una muestra de cartílago, que se cultivó durante algunas semanas y se le implantó en la rodilla este miércoles, en espera de, ahora sí, permitirle sanar.

“Había planeado implantarle cartílago de su propio cuerpo. Él se auto donó hace unas semanas y ese cartílago se envió a cultivar, ayer nos lo devolvieron y realizamos hoy la implantación de su cartílago sin ningún contratiempo. La zona de la lesión ha quedado completamente cubierta, ya por ese cartílago que él mismo se donó”, explicó Ortega, al terminar el procedimiento quirúrgico.

“Ahora vamos a empezar el proceso de recuperación, Rafa no va estar apoyando durante algunas semanas. Unas cuatro semanas no vamos a permitirle que apoye, solamente estará haciendo trabajos para recuperar su rango de movimientos y conservar fuerza muscular. A partir del segundo mes, comenzará un trabajo un poco más activo, que esperemos culmine con su alta entre cuatro y cinco meses para ya volver a jugar un partido oficial”, sentenció el jefe de los servicios médicos de Chivas.

Será un proceso largo. Rafael Márquez Lugo ha estado ya cinco meses y medio fuera de las canchas. Ahora deberá esperar cinco más antes de pensar en volverse a poner la camiseta del Rebaño Sagrado, con la que marcó 21 goles en sus primeros tres torneos, tras llegar como refuerzo previo al Apertura 2012.

“Empieza así y ya posteriormente se van integrando trabajos, primero aeróbicos de bajo impacto, como es la bicicleta fija, el trabajo de la elíptica, la natación y luego a partir quizá del tercer mes, empezamos a impactar un poco más la rodilla hasta llevarlo, de acuerdo con la evolución, a la alta médica para que esté ya en condiciones de hacer un partido formal”, detalló Ortega.

El doctor rojiblanco es optimista en que esta vez, todo saldrá bien. Sin embargo, reconoce que el riesgo siempre está presente en cualquier procedimiento médico. “Pensamos que él regresará, si ahorita es septiembre, pudiera ser a finales de enero o principios de febrero, puede ser. Ese es el plan, que regrese en óptimas condiciones para que siga su carrera profesional. Mira es mínimo [el peligro de que no quede bien]. En medicina no existe ningún tratamiento del 100 por ciento, no existe. La medicina es una ciencia humana y lo humano no es perfecto, pero las posibilidades son muy altas de que él estará bien”, aclaró.

“Tenemos que decir a los pacientes los riesgos hasta para quitar una uña enterrada. El paciente, junto con el médico, los corre. Rafa es mi paciente desde hace 12 años y lo he intervenido en todos los equipos en los que ha estado; esperemos que podamos verlo continuar su carrera”, concluyó.

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