La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, inauguró hoy el estadio Nacional de Brasilia, una de las sedes del Mundial de futbol de 2014 y que albergará la apertura de la Copa Confederaciones el próximo 15 de junio.

En una ceremonia sin discursos, la mandataria dio un puntapié a un balón en el círculo central del campo, en compañía del gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Agnelo Queiroz, y tres niños y después posó para los fotógrafos con un grupo de obreros.

El primer partido en el estadio se juega hoy, la final del campeonato regional de la capital, que cita al Brasilia y el Brasiliense ante 22.000 espectadores, entre ellos los trabajadores que participaron en las obras, lo que supone cerca de un tercio del aforo, de 71.000 localidades.

Está previsto que antes del partido el himno nacional sea interpretado por la cantante Elza Soares, viuda del futbolista Mané Garrincha, fallecido en 1983 y que da nombre al estadio capitalino.

El nombre oficial del coliseo es Nacional Mané Garrincha, pero en las competiciones de la FIFA no se usará el nombre del campeón mundial en 1958 y 1962.

El Nacional es una construcción nueva, levantada en el mismo lugar del antiguo estadio Mané Garrincha, que fue totalmente demolido, y ha costado 1.015 millones de reales (unos 500 millones de dólares) , según el balance más reciente del ministerio del Deporte.

En la Copa Confederaciones, Brasilia solo será sede del partido de inauguración, que citará a Brasil y Japón, mientras que en el Mundial albergará siete partidos, entre ellos uno de octavos, otro de cuartos de final y el juego del tercer puesto.

Rousseff inaugurará este lunes el último de los seis estadios de la Copa Confederaciones, el Arena Pernambuco de la ciudad de Recife, cuyas obras concluyeron en abril, aunque aún está pendiente de la finalización de las carreteras de acceso.

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