Irving, Texas .— Las aspiraciones de volver a Playoffs para los Vaqueros de Dallas sufrirían un duro golpe si no se recupera su estelar corredor DeMarco Murray, quien fue operado el pasado lunes para repararle un hueso roto en la mano izquierda.

DeMarco Murray, quien representa el 38 por ciento de la ofensiva total de los texanos, sería un gran ausente para el partido ante los Colts de Indianapolis.

Ningún otro jugador en la Liga tiene tanto peso en cuanto a yardas acumuladas en el ataque de su equipo.

Matt Forte, de Chicago, le sigue con el 34 por ciento y LeVeon Bell, de Pittsburgh, suma el 33 por ciento.

Dallas, con marca de 10-4, controla su destino y necesita triunfos ante los Colts y Redskins de Washington en sus últimos dos partidos para avanzar como campeón de la División Este de la Conferencia Nacional.

“Es uno de los individuos más fuertes y determinados que haya conocido, si alguien tiene posibilidad de jugar así es él”, dijo el entrenador de Cowboys, Jason Garrett. “La pregunta que nos debemos hacer, es ¿qué tan funcional va a ser?”.

Murray, quien sufrió la lesión en el último cuarto del partido de la semana pasada ante Filadelfia, vive la mejor temporada de su carrera y tiene sus mejores registros personales en intentos (351) y yardas (1,687).

Además requiere 87 yardas para romper la marca del equipo impuesta por Emmitt Smith, quien en 1995 corrió para 1,773 yardas. Aún aspira a las 2 mil, pero se ve muy complicado que lo logre.

Murray además tiene 11 juegos de 100 este año y 11 touchdowns.

En caso de no poder jugar, su puesto será ocupado por Joseph Randle, quien tiene 237 yardas en 34 carreras con dos touchdowns. Lance Dunbar, quien tiene apenas 91 yardas en el año, sería el segundo corredor.

“Confiamos en los suplentes, han hecho buenas cosas cuando han tenido oportunidad”, dijo Garrett

Los Cowboys, quizá por estrategia, aún no han descartado que Murray pueda jugar el domingo.

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