ARLINGTON.— Estaba prohibido perder. No podían dejar escapar este partido. No, esta vez Antonio Ramiro Romo, quarterback de los Vaqueros no falló, y condujo a su equipo a la victoria 27-24 sobre los Acereros de Pittsburgh en tiempo extra.

Brandon Carr se puso el traje de héroe. Le interceptó un pase a Ben Roethlisberger y lo regresó 36 yardas, hasta la uno del rival, en la primera ofensiva del tiempo extra. Y el pateador Dan Bailey concretó la obra con un gol de campo de 21 yardas.

“Esas son la clase de jugadas con las que siempre sueñas cuando juegas en el patio de tu casa: hacer la intercepción del triunfo o un touchdown”, comentó Carr para los medios locales.

Las “toallas terribles” dejaron de ondear, las miradas de los de oro y negro se hundieron en el césped, mientras la estrella en el casco de los Vaqueros palpitaba.

Dallas comparte el liderato de la División Este de la Conferencia Nacional (NFC) con Pieles Rojas de Washington y Gigantes de Nueva York, todos con marca de 8-6.

Por segunda semana consecutiva el Equipo de América gana en los segundos finales del partido gracias a Bailey y también a Tony Romo, quien rebasó la barrera de las 25 mil yardas por pase en su carrera al inicio del encuentro. Los de azul y plata tienen tres victorias consecutivas.

La suerte de los Acereros (7-7) no es similar a la de sus acérrimos rivales. Pittsburgh ha tropezado en cuatro de sus últimos cinco enfrentamientos y están a un triunfo de los Bengalíes de Cincinnati (8-6) en el tercer lugar como el tercer lugar de la División Norte de la Conferencia Americana (AFC), pero siguen en la lucha por un lugar como Comodines. La próxima semana, en un duelo crucial, Acereros serán anfitriones de los Bengalíes en el Heinz Field.

La pizarra estaba empatada 24-24 cuando restaban dos minutos por jugar, pero Pittsburgh movió rápido las cadenas hasta su yarda 46 tras un envío completo de Big Ben y después de que se marcara “rudeza innecesaria contra el quarterback” en contra de DeMarcus Ware.

Pero Sean Lissemore y Anthony Spencer capturaron a Roethlisberger en jugadas consecutivas para darle el ovoide de regreso para los de azul y plata. Sin embargo, se fueron en blanco al término del tiempo regular. Había prórroga.

La falta de una línea ofensiva consistente le pasó factura a los Acereros, ya que Big Ben fue capturado cuatro veces, aunque completó 20 de 40 pases para 339 yardas, dos touchdowns y una intercepción.

Roethlisberger se fajó y puso al frente a los Acereros 24-17 cuando lanzó un pase de anotación a Antonio Brown, quien instantes después perdió un fumble cuando Victor Butler lo alcanzó. Después DeMarco Murray, corredor de Dallas, llegó a las diagonales en carrera de tres yardas. El marcador, parejo: 24-24.

Dez Bryant, receptor de los Vaqueros, fue un ejemplo de fortaleza para su equipo, pues jugó todo el partido a pesar de tener el dedo índice izquierdo fracturado y llegó a seis juegos consecutivos con por lo menos un touchdown.

Los Acereros, desde que recuperaron a Roethlisberger (ausente tres semanas debido a lesiones en el hombro y las costillas) tienen marca de 0-2.

“No vamos a renunciar [a calificar a los Playoffs], especialmente yo”, comentó Roethlisberger. “En verdad que esto [la derrota] nos duele y mucho. Pero espero que esto nos haga, a mí y a mis compañeros, mucho más fuertes”.

La ofensiva terrestre de Pittsburgh fue limitada a 69 yardas, 30 de Isaac Redman y 22 de Jonathan Dwyer. Fue lo más destacado; en cambio, los Vaqueros ganaron 81 con DeMarco Murray.

Ayer le pudo pasar de todo a los Vaqueros, pero estaba prohibido perder.

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