Ser timorato o especular con una ventaja en la Liguilla no son conceptos que integren ese décalogo futbolístico al que Miguel Herrera tiene tanto apego.

El director técnico del América no se perdonaría meter el freno de mano justo cuando el bólido azulcrema luce a punto, no es parte de su filosofía, por lo que promete esa garra que caracteriza a sus Águilas, para el juego de hoy, más allá de que superen al Morelia (2-0), tras el duelo inicial en los cuartos de final.

“Aquí no tiramos lujos, sino entrega, determinación, actitud”, sentencia El Piojo. “El equipo está sólido, consciente, sabemos que estamos bien y seguiremos con esa idea”.

“Este equipo no sabe jugar a la defensiva. Sabe defenderse con la pelota y lo haremos así”.

Respaldado por la desesperación de un equipo que necesita marcar, por lo menos, tres anotaciones en el Estadio Azteca, además de que sólo puede admitir una.

La única ocasión que logró algo así fue justo en un partido de fase final. El 17 de mayo de 1997, los hoy Monarcas vencieron al América (3-1), con goles de Claudio da Silva, Jafet Soto y Mario Juárez. Avanzaron a semifinales con global de 4-1.

De aquel equipo, dirigido por Tomás Boy, ningún futbolista continúa en activo.

“Sabemos que ellos ya no tienen algo que perder”, reconoce el entrenador águila. “Tienen que salir a matar o morir, así es que trataremos de aprovechar eso, estar sólidos”.

“Después de un año de trabajo, estamos como la mejor defensa y la segunda delantera más productiva. Es importante aprovechar ese equilibrio. Si nos vemos sólidos, nuestros delanteros pueden aprovechar ese espacio [que les deje el adversario]”.

Con lo que darían otro paso por la vereda de la gloria, esa que suelen transitar, mas no llegar al final.

Pese a que Herrera intenta ser cauto, el presente de su equipo (cinco victorias y un empate, en los más recientes seis duelos) hace inevitables los sueños.

“Siempre es la obsesión de tener un título. El que diga que no, no está con la coherencia”, ataja, mientras sus ojos desprenden un fulgor especial. “Claro que la tenemos, porque además veo a un equipo sólido, que está haciendo bien las cosas y tenemos argumentos para pelear, poder ilusionarnos con ese título...”.

Sin olvidar que lo primero es finiquitar la eliminatoria con los michoacanos, por más liquidada que parezca, después del triunfo en el Morelos.

El Piojo comprende la efervescencia que invade al pueblo azulcrema, pero tampoco le gusta adelantarse a los hechos.

“Sería lo más desconcentrado posible [prometer el campeonato], porque tenemos que concentrarnos en el rival que tenemos enfrente”, asegura. “No podemos pensar en la copa porque ni siquiera sabemos con quién vamos a jugar después del sábado, si nos toca pasar”.

Así lo demanda su décalogo.

Google News

TEMAS RELACIONADOS