FORTALEZA, Brasil.— Todos crecieron durante una época en la que la le- yenda del gigante de piel amarilla mutó en sólo eso: simple ficción. Entonces, ¿por qué temerle a esa invención del futbol sudamericano?

Escuchar la palabra “miedo” despierta ira en los jugadores de la Selección Mexicana, que no sólo rechazan que el Scratch du Oro les genere ese sentimiento. Advierten que pueden vencerlo, incluso en su propia “fortaleza”.

Segunda escala mundialista de Miguel Herrera y sus 23 elegidos. Lo de hoy luce altamente complicado, porque enfrente estará el pentacampeón del orbe y anfitrión de la Copa del Mundo, etiquetas que aumentan la motivación de un grupo que tiene tatuado el anhelo de hacer historia.

“Por supuesto que no nos dan miedo, queremos ganarles. Ojalá podamos hacerlo”, sentencia el arquero Guillermo Ochoa. “No va a ser fácil. El local es el rival a vencer, el más difícil; lo respetamos, pero ellos también a nosotros y va a ser un buen partido”.

Sello distintivo de los más recientes choques entre el Tri y la Canarinha. Los verdes han ganado cinco de los últimos 10, a cambio de un empate y cuatro reveses, pero el balance se carga considerablemente del lado mexicano, si se toman en cuenta las finales del Mundial Sub-17 Perú 2005 (3-0) y los Juegos Olímpicos Londres 2012 (2-1), afrentas que aún laceran el orgullo brasileño.

“Claro que no intimida”, ataja Miguel Layún. “Estamos convencidos de que podemos ganar. Tenemos argumentos, ya los mostramos”.

“Si nos concentramos y somos pacientes, además de intensos, tenemos muchas probabilidades de ganar el partido, así es que hay que seguir con esa idea y creer que nos podemos llevar los tres puntos”.

Lo que les permitiría colocarse en el umbral de los octavos de final y ganar dos partidos en la fase grupal por cuarta vez en la historia (México 1970 y 1986, además de Corea del Sur-Japón 2002).

“El miedo no es algo que sintamos. ¿Miedo por qué? Y no es que tengamos más argumentos futbolísticos”, aclara Andrés Guardado. “Simplemente, creemos en nuestro potencial y sabemos que podemos jugarle de tú a tú, además de que le complicaremos mucho el partido”.

La Selección Nacional jamás le ha anotado a la brasileña en Copas del Mundo. Hoy, en el estadio Castelao, volverán a medirse después de poco más de medio siglo. Los anteriores tres choques favorecieron al eterno candidato (4-0 en 1950, 5-0 en 1954 y 2-0 en 1962).

Historia a la que ellos son ajenos, porque en las más recientes décadas, el Tricolor se las ha ingeniado para hacer frente, y hasta derribar, al gigante de piel amarilla.

“Nos ilusiona y es motivante que no sólo ha sido la final de los Olímpicos, porque a Brasil, siempre le ha costado enfrentarse con México… Y ésta no puede ser la excepción”, sentencia Marco Fabián. “La presión es de ellos, están en su casa y, para nosotros, es un partido difícil, pero no imposible. Podemos ganarles”.

“Ellos, con su gente, van a salir con todo. De igual manera nosotros, como siempre lo hemos hecho ante Brasil: de tú a tú, pero sí pensando en el resultado y hay que jugar con mucha inteligencia para ganar”, complementa Francisco Javier Rodríguez. “Nos tenemos que jugar todas las canicas. Estos partidos son así, en los Mundiales, pero [debemos mostrarnos] con mucha inteligencia”.

“Para nada intimida, ni nos da miedo. El equipo está para cosas grandes”, insiste el contención José Juan Gallito Vázquez, quien es respaldado por Héctor Moreno: “Sabemos que estarán ante su gente y buscarán hacer mucho ruido, pero buscaremos callarlos”.

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