Da lo mismo si lo vieron jugar o sólo conocieron sus hazañas mediante los relatos de aquellos que sí presenciaron el arrojo y entereza que permitieron a Javier Guzmán ganarse el sobrenombre de Kalimán. Todos están conscientes de que se ha ido una genuina leyenda azul.

Es por eso que dedicarán el encuentro de este día, frente al Monterrey, a ese zaguero de hierro, pieza clave en la exitosa Máquina de los 70, con la que ganó cinco títulos de Liga y tres en la Concacaf.

“Se merece eso y mucho más”, advierte Luis Fernando Tena, estratega de los Cementeros. “Lamentablemente, no podemos estar con él en el velorio, pero allá está el presidente de la empresa [Guillermo Álvarez], Agustín [Manzo, director deportivo de la institución]... Todos los que no tienen que viajar [a la Sultana del Norte]”.

“Claro que lo recordaremos con mucho gusto, alegría, porque siempre fue muy positivo”.

Auténtico emblema de un coloso que actualmente sobrevive gracias a la leyenda labrada por un grupo de hombres en el que destacaba el Kalimán.

“Eso sería justo [dedicarle el juego]”, admite el atacante Christian Giménez. “Duele mucho. Hemos tenido la oportunidad de que nos haya ido a ver a La Noria, al estadio [Azul], platicar... [Es] un grande del club”.

“Como ser humano, [era] extraordinario, y [debemos] tratar de apoyar a la familia, que es la que sufre en este momento”.

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