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BUENOS AIRES.— Hace tan sólo 27 meses, el San Lorenzo de Almagro, flamante campeón de la Copa Libertadores de América, estuvo a un paso de irse a la Segunda División. Una situación que ya había experimentado en 1981, cuando había perdido la categoría. Pocos meses después, unos de sus fanáticos más ilustres, el Cardenal Jorge Bergoglio, se convertía en Papa y Alfredo Perucho, un hombre de 56 años que vive en Barcelona y respira azul y rojo (los colores de San Lorenzo y no los del Barça) sentenció: “Ahora sí no nos vamos más al descenso, tenemos línea directa con El Barba (como los porteños suelen denominar a Díos).
Desde entonces, al club llegaron los millones de uno de los hombres más ricos del país, el presentador televisivo Marcelo Tinelli y el Papa comenzó a marcar su tendencia a pelear por las utopías, como la paz en Medio Oriente o la Copa Libertadores para su querido Club Atlético San Lorenzo de Almagro (CASLA). Sus detractores se burlaban con las iniciales, a las que le ponían “Club Argentino Sin Libertadores de América”, un título que obsesionaba hasta ayer, a sus hinchas.
Desde horas antes del segundo partido de la final, una estatua del papa Francisco se dejaba ver en la puerta de acceso principal del estadio sobre la avenida Perito Moreno. Cientos, miles, la tocaron o le rezaron, mientras un imitador perfecto del Papa, se paseaba de sotana blanca y el gorro papal, bendiciendo a cuanto se le cruzara: “Para ti el cielo, la redención y la Copa Libertadores, hijo mío...”, repetía ante cada feligrés.
No faltaron los cantos alegóricos al Papa, al que ya los sanlorencistas santificaron (con el nombre de San Francisco de Boedo) y la explosión de júbilo, al terminar el partido que inundó las calles del barrio de Boedo hasta pasadas las 8 de la mañana de ayer, en un festejo interminable.
El papa Francisco, por su parte “estaba feliz” porque el club de sus amores ganó por primera vez en su historia, la codiciada Copa Libertadores de América y envió “un ciclón de saludos” a todos los hinchas del conjunto argentino, según reveló el oficial de Protocolo del Vaticano, Guillermo Karcher.
Francisco “espera a los campeones en Roma”, subrayó el portavoz. “Los recibiremos con una gran fiesta”, señaló a TyC Sports y radio América.
