LEÓN.— En muy poco tiempo, el hijo ha superado al padre. Hoy, Jesús Martínez Murguía es el presidente del León y su nómina supera por mucho a la del Pachuca, que dirige Jesús Martínez Patiño, progenitor del dirigente esmeralda.

En busca del bicampeonato, Martínez Murguía presume una nómina de 41 millones de dólares, la sexta más boyante de la Liga MX, con jugadores que incrementaron su valía, no sólo gracias al título alcanzado en el semestre pasado, también por la presencia de muchos de ellos en la Selección Nacional, con miras al Mundial de Brasil 2014.

En el caso del Pachuca, el valor de su nómina alcanza los 29.8 millones de dólares y se ubica en la posición 13 entre los 18 clubes que conforman el máximo circuito.

Martínez Murguía ha crecido a la par de los logros de su padre con los Tuzos, mas a partir de un breve lapso ha recibido la consigna, del propio Martínez Patiño, de levantar el proyecto esmeralda. Tal ha sido el empeño del joven empresario, que ahora mismo tiene la alternativa de conquistar el bicampeonato, en cuyo caso, el León sería el segundo equipo en conseguirlo en torneos cortos.

Y como si se tratara de un cuento de hadas, tendrá la oportunidad de disputárselo a su padre, cuando a partir de hoy se midan, en el juego de ida, en el estadio León.

“Tengo sentimientos encontrados por esta final y claro que quiero mucho a Pachuca, porque ahí me formé, ahí jugué. Estudié en la Universidad del Futbol, pero desde hace tres años, mi papá me dio como misión levantar a este León y es mi proyecto, del cual estoy enamorado”, comparte Jesús Martínez Jr., en entrevista con EL UNIVERSAL. “Si hay un partido que quiero ganar es este, por todo el sentimiento que me refiere a Pachuca y a mi padre”.

Y Martínez Murguía desafía: “Vamos a salir a buscar el bicampeonato, podemos pasar a la historia por muchos años, porque no hay muchos bicampeones en el futbol mexicano”.

“Es una final soñada para los Martínez, mi padre me dio esta oportunidad y quiero entregarle buenos resultados”, dice.

Le enfada que se hable de una final arreglada.

“No hay qué ocultarlo, hay muchos rumores sobre esto. Me molesta mucho, pero tenemos grandes jugadores que han hecho historia del futbol mexicano, como Mauro Boselli o Rafa Márquez y me parece increíble que yo pudiera decirle a Rafa que perdiera un partido”, dice el dirigente. “Y por el otro lado, mi padre diciéndole al profe Meza o al Conejo Pérez que pierdan un juego. Se me hace una falta de respeto a las instituciones”, reprocha.

“Yo le quiero ganar a Pachuca y ellos a mí, creo que estamos a las puertas de un clásico”.

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