MIAMI.— Si el Clásico Mundial de Beisbol sigue regalando duelos como el de anoche, su vida está garantizada. Y es que en un auténtico choque de colosos, República Dominicana se impuso 3-1 a Estados Unidos, con lo que amarró su pase a las semifinales del certamen, mientras que la novena estadounidense se medirá hoy contra Puerto Rico por el último boleto a San Francisco, donde ya esperan Japón, Holanda y los caribeños.

Empatados a una carrera hasta la parte alta del noveno capítulo, el emergente Erick Aybar remolcó la carrera decisiva. Con Nelson Cruz en tercera y un out, Aybar conectó un sencillo por el jardín derecho que produjo la segunda carrera dominicana y amarró la clasificación a la última ronda en San Francisco. El infielder después facturó la tercera con hit de José Reyes.

El partido fue un clásico duelo monticular hasta que el cerrador estadounidense Craig Kimbrel se desmoronó en la novena. Cruz lo recibió con un doble, Carlos Santana hizo out con roleta al cuadro que avanzó al corredor, y Aybar bateó por Ricardo Nanita para llevarlo al plato. Kimbrel abanicó a Alejandro De Aza, pero Aybar se robó segunda y Reyes empalmó una línea al derecho que redondeó la pizarra. Fernando Rodney lanzó la novena y consiguió su cuarto rescate del certamen internacional. El abridor Samuel Deduno tuvo cierta dificultad para ubicar sus lanzamientos en el primer inning, pero después controló a la alineación estadounidense. Brandon Phillips, Joe Mauer y Giancarlo Stanton batearon sencillos y, con dos outs, Eric Hosmer recibió boleto que produjo la carrera de caballito.

Dominicana no tardó en responder, y Hanley Ramírez empató en la segunda con un titánico jonrón por el jardín izquierdo frente al abridor norteamericano R.A. Dickey.

Deduno ponchó a siete y permitió cinco hits en cuatro entradas, mientras que Dickey admitió la misma cifra de inatrapables en cinco episodios, con cuatro abanicados.

Los dominicanos perdieron las semifinales de 2006 ante Cuba, y en 2009 no pasaron de la primera ronda.

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