Buen debut a secas fue el que tuvo la Selección Nacional Mexicana en la eliminatoria mundialista rumbo a Rusia 2018, llevada de la mano del técnico Juan Carlos Osorio. Victoria por goleada de 3-0 sobre la débil e improvisada representación de El Salvador, que ni siquiera vendió cara su derrota, sólo vino a cumplir.

Buen debut, porque se ganó y se goleó, lo que mínimamente se le tenía que exigir al equipo del colombiano Osorio, con pocos días de preparación, pero con más prosapia y calidad individual. A secas, porque no se demostró todo lo que se presumió, porque otra vez el equipo mexicano adoleció de la contundencia, lo que al final lo hizo ver mal, aunque no tanto como para no salir con los tres puntos del Azteca, que tuvo una regular entrada.

Los goles de Andrés Guardado, Héctor Herrera y Carlos Vela taparon las fallas del equipo mexicano, pero también revelaron algunas virtudes que se han trabajado, como la intención de circular con respeto el balón y siempre ir al ataque.

La primera prueba se pasó pero la que viene será mucho más complicada, ya que contra Honduras, en San Pedro Sula, comenzará la verdadera guerra.

Fue una práctica de tiro al blanco la que la Selección Mexicana tuvo durante los primeros 15 minutos, en los cuales borró a El Salvador del césped del ‘Coloso de Santa Úrsula’. Una selección centroamericana que de inmediato, en cuanto sonó el silbatazo que daba inicio al juego, se metió en su terreno.

Juan Carlos Osorio mandó una alineación congruente con lo que mostró en los entrenamientos, sólo sorprendiendo por la aparición de Hugo Ayala en la central, en lugar de Diego de Reyes. Un 4-4-2 que a la hora de atacar era un 4-2-4, con Jesús Corona y Carlos Vela por los extremos y Javier Hernández y Oribe Peralta en el eje del ataque.

El Azteca ni tuvo tiempo para desesperarse, ya que apenas a los 6 minutos, Andrés Guardado mandó el balón al ángulo, al cobrar con maestría un tiro libre. A partir de ahí comenzó el concierto de fallas protagonizado nada menos que por Javier Hernández.

‘Chicharito’, el hombre destinado a romper la marca de máximo goleador en la Selección Nacional en poder de Jared Borgetti, falló todo lo que pudo, con cabezazos débiles, tiros machacados que dan en el poste y mal control. Para colmo, Oribe Peralta no desentonó en eso de los errores.

El ritmo de México bajó a partir de los 20 minutos, el escenario comenzó a silbar y eso hizo que la pluma roja de Juan Carlos Osorio comenzara a trabajar.

Lo más peligroso que vivió Moisés Muñoz fue un balón que retrasó inocentemente Miguel Layún, al que tuvo que salir a despejar fuera del área. Todo se recompuso, a medias, cuando Héctor Herrera intentó proyectar un centro a Hernández quien no lo alcanzó, mas sirvió de finta para que el esférico entrara a la portería centroamericana.

Eso hizo cambiar de opinión al Azteca, que preparado para despedir al equipo abucheado, lo hizo con palmas en una clásica división de opiniones de parte del respetable.

Si el primer tiempo fue un concierto de fallas, el segundo lo fue de inoperancia. Después de dos cabezazos más del ‘Chicharito’ que salieron en dirección al tiro de esquina, que lo mandaron a la banca, el equipo despertó con un golazo con la firma de Carlos Vela a pase de Jesús ‘Tecatito’ Corona. Con la anotación, Carlos V celebró su regreso al Azteca, que hasta ese momento había pasado desapercibido.

El juego acabó. Osorio tomó su libreta y sus plumas, y avanzó pensativo hacia los vestidores. El resultado queda y le da crédito suficiente. El Azteca volvió a pesar, mas lo que viene en Honduras será la verdadera eliminatoria.

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