A finales del año pasado existían diversas razones para que la exploración de la NBA en suelo mexicano abortara misión. El incidente que impidió la realización del juego de temporada regular entre los Spurs de San Antonio y los Timberwolves de Minnesota además de llenar de humo la Arena de la Ciudad de México y crear una nube de incertidumbre entre los directivos de la liga estadounidense y sector del público que se sintió defraudado, ocasionó pérdidas económicas a todos los actores involucrados. Pero en 2014 la historia se escribió diferente...

Y es que para ello la oficina de la NBA en México y en Latinoamérica trabajó junto con las empresas patrocinadoras para crear un ambiente de certeza que propiciara el regreso del mejor basquetbol del mundo. Casi 12 meses depués de labor de convencimeinto, la apuesta pagó para todos.

Al menos una derrama de 36 millones de pesos en cuestión de boletaje fue la que se recaudó con el partido del miércoles pasado entre las quintetas de Rockets de Houston y los Timberwolves de Minnesota.

Casi 19 mil aficionados fueron los que asistieron al choque entre Minnesota y Houston que terminó con un ayuno de 17 años sin juegos oficiales en nuetro país.

El promedio de aficionados que estos dos equipos tuvieron durante los partidos en los que se midieron el año pasado en recintos de Estados Unidos fue de 14 mil, por lo que en términos de espectadores los mexicanos respondieron mucho más.

La cadena de televisión de paga ESPN transmitió el cotejo y los auspiciantes pudieron salir a cuadro, situación que en diciembre de 2013 se vio frenada por el incendio en un transformador de la Arena.

Tanto los jugadores de Houston como de Minnesota se mostraron felices por la visita a la capital mexicana y señalaron que sin problemas el inmueble de Azcapotzalco podría recibir más juegos de NBA.

“Es un honor el jugar en México, la arena es como cualquiera o mejor a las que tiene la NBA, sin duda que la Liga podría recibir más partidos”, señaló Dwight Howard, al término del juego en el que junto a los Rockets brilló ante los ojos de la afición mexicana.

En ese mismo renglón, su compañero James Harden expresó su beneplácito por el regreso de la Liga más poderosa de basquetbol.

“Creo que nos gusta jugar aquí, los aficionados son impresionantes, siempre gritando, apoyando y mostrándose emocionados porque estuvimos aquí. Jugar en la ciudad de México ha sido un gran honor y una buena experiencia”, reveló Harden, capitán de los Ro- ckets, uno de los equipos contendientes en la conferencia Oeste.

El amor mostrado por los aficionados mexicanos también fue correspondido con el partido, por lo que la mayoría de los asistentes se marchó contenta por el espectáculo.

“Nunca había visto un juego en vivo de la NBA. Soy un gran aficionado y siempre que venga trataré de estar, ya que me la pasé bien”, comentó Rogelio Suárez al término de la velada.

Así la imagen de México y la NBA da un vuelco de 360 grados.

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