SANTA CLARA.— Cuando los 49ers y los Gigantes se enfrentaron en enero por un boleto al Super Bowl, San Francisco cometió errores cruciales con sus equipos especiales, y la ofensiva ya no pudo responder ante la férrea defensiva neoyorquina.
Las circunstancias han cambiado para este juego —la revancha del duelo por el campeonato de la Conferencia Nacional (NFC) 2011—. Los 49ers llegan luego de una de las demostraciones ofensivas más impresionantes en la historia de la NFL, y la defensiva de los Gigantes titubea.
San Francisco esperaba esta oportunidad con ansiedad, luego de que Nueva York los derrotara 20-17, en tiempo extra, el 22 de enero. En aquel partido, Kyle Williams, regresador de despejes, perdió dos balones sueltos, y fue el culpable del descalabro.
Los 49ers poseen la tercera mejor ofensiva en puntos anotados por partido (29.8), además, la semana pasada ante Buffalo, se convirtieron en el primer equipo en la historia de la NFL que en el mismo juego logró 300 yardas por pase y 300 yardas por carrera.
El quarterback Alex Smith posee el mejor rating de la NFL (108.7), y mucho se debe a la llegada de los receptores Randy Moss y el ex Gigante, Mario Manningham, quien tendrá un reencuentro con sus ex compañeros.
Nueva York tiene el segundo mejor ataque de la Liga, con 429.2 yardas y 30.4 puntos por partido. La semana pasada, contra Cleveland, Ahmad Bradshaw corrió para 200 yardas y el receptor Víctor Cruz atrapó tres pases de anotación... pero la defensiva no responde como quisieran.
Esta campaña los Big Blue Crew han permitido un promedio de 22.2 puntos, así como 24 jugadas de 20 o más yardas, los sextos peores de la NFL es este sector.
Eli Manning, quarterback de Gigantes tiene 1,579 yardas, segundo lugar de la NFL, y 10 touchdowns, cuatro de ellos con Cruz. Además, el pasador de Nueva York le ha ganado cuatro de los últimos cinco partidos a los 49ers.
Llegó el ansiado momento de San Francisco, saldar viejas cuentas y tropezar a los campeones es la misión que tienen contra Nueva York.
