El Pentapichichi es de esos hombres que tiene la virtud de ser querido. Donde se para la gente lo busca para obtener aunque sea una rúbrica suya.

Causa furor, revuelo y expectativa. Su presencia, pese a que no le ha ido bien en los últimos meses, es esperada.

Apenas llegó al hotel de concentración de los Tuzos, previo al partido ante Pumas de hoy y cerca de 30 seguidores se acercaronpara vitorearlo.

Algunos de los aficionados portaron carteles con fotografías del ex futbolista del Real Madrid con mensajes de aliento, para que tenga suerte en el trascendental partido de este mediodía en el estadio Olímpico Universitario.

Hugol se mostró sonriente ante las muestras afectuosas del público, que lo rodeó apenas se bajó del camión que trasladó a su equipo al Distrito Federal.

Repartió firmas, fotografías y saludos al por mayor. No le importó que se le dieran playeras de otros equipos que no fueran de la escuadra hidalguense, a la cual dirige en estos momentos.

Incluso, Hugol se atrevió a autografiar playeras de su rival de hoy. Los fans auriazules todavía no olvidan que estuvo en la conquista del bicampeonato, una de las épocas más felices que ha vivido el cuadro del Pedregal.

Hubo uno joven que también se presentó con la camiseta del Madrid. Esa prenda es la que corresponde a la temporada pasada, pero con el nombre de Hugo Sánchez en letras doradas.

La idolatría hacia El Penta, al menos para sus seguidores, aún no pasa de moda, ni aunque esté Cristiano Ronaldo en el cuadro de José Mourinho.

El técnico del Pachuca dejó contentos a sus fieles. Se alejó de ellos porque hoy tiene una de las citas más importantes de su era con los Tuzos. Debe ganarle a los Pumas a como dé lugar.

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