Pachuca.— El bolsillo de los hidalguenses sufre, está roto y con pocas monedas. Fin de quincena agrava el hecho y peor aún, cuando los aficionados tienen que pagar 500 pesos para ver el Pachuca-América, en el Hidalgo.

Las taquillas se notan desiertas. Pocos fans de ambos equipos se atreven a acercarse a comprar los boletos disponibles. Para ver a los Tuzos, normalmente los precios van desde 50 a 100 pesos. En la última visita del club azulcrema, las entradas oscilaron entre 200 y 400 pesos. La gente afuera del recinto hidalguense se nota molesta.

“Siempre venimos al estadio para ver a nuestro equipo. No se me hace justo que en este partido, que es importante apoyar, nos suban los precios”, reclama Pedro Juárez, quien porta su playera albiazul del equipo local.

Cuando faltan cinco minutos para el arranque, las butacas se notan vacías. Es el impacto de los precios, pese a que hay gente todavía afuera del recinto. La barra americanista, que suele ser numerosa, también resiente el costo del boletaje disponible. El sitio donde suele ubicarse está prácticamente vacío.

Los líderes de La Monumental y Disturbio, grupos de animación emplumados, muestran su preocupación, porque tienen compañeros en camino y presienten que pocos pueden desembolsar la cantidad que pide la directiva tuza por los pases de acceso.

En un reunión entre “hinchas” y autoridades encargadas de la seguridad se pide paz. También los seguidores azulcremas piden una rebajadita, “porque están muy caros y necesitamos comprar muchos”, reclaman.

Petición que queda sin efecto. Los uniformados hacen hincapié en que no pueden hacer nada por esa causa. Escuchan, asienten, mueven la cabeza y le anuncian a los fieles americanistas que está lejos de su jurisdicción poder intervenir en ese tema.

Un fanático amarillo barbón, vestido con una playera retro y bermudas, hace una mueca de desaprobación.

Como suele suceder en las visitas de las Águilas a la Bella Airosa, en la carretera están los retenes con patrullas que se encargan de revisar los vehículos en los que se transportan los barritas del América.

Hasta media hora antes del silbatazo inicial, sólo un autobús había llegado a las instalaciones del Hidalgo.

Más allá de los filtros de seguridad, los precios para ver el duelo de ida entre Tuzos y azulcremas lució una entrada poco digna de Liguilla. Hubo afición que prefirió guardar sus 500 pesos para gastarlos en cosas más vitales que un juego de futbol.

Recibimiento hostil. El autobús de las Águilas recibió un trato hostil a su llegada al estadio Hidalgo. En cuanto los seguidores tuzos vieron el vehículo que transportaba al plantel azulcrema, lo rodearon y comenzaron a lanzar gritos e insultos. Un grupo golpeó la carrocería para “hacer sentir la localía”.

En semanas recientes, América fue objeto de agresiones. Tras el partido como visitantes contra Herediano de Costa Rica en las semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf, jugadores del club de Coapa se quejaron de que su camión había sido agredido.

Circunstancia similar a la que vivieron en Guadalajara en la jornada 17 del torneo frente al Atlas.

El portero Moises Muñoz mostró su disgusto en su cuenta oficial de Twitter, luego de que fans rojinegros lanzaran piedras a su camión.

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