Al cierre de la edición, durante la primera ronda de la corrida de ayer, Juan Silveti resultó el triunfador con una oreja a petición del público, pero sin duda, quien se llevó el cariño fue el novillero Guillermo Hermoso de Mendoza.

Con poco más de media plaza ocupada, el regreso de Pablo Hermoso a la Santa María no fue como se esperaba, fue más discreta que emocionante, con un toro que le costó descifrar al matador y que terminó con descabello y palmas.

Diego Silveti tuvo mala suerte en el ruedo con un toro de 493 kilos y de nombre Carmelo, el astado estuvo bien en el segundo tercio, pero no respondió con un buen remate en el acero y el matador Silveti tuvo que descabellar, se fue con palmas de un sector.

La corrida de dinastias tuvo claroscuros para el primogénito de Pablo Hermoso de Mendoza, el novillero  Guillermo Hermoso de Mendoza, quien  se presentó por primera vez en la plaza de toros Santa María, dominando al caballo como un verdadero profesional y dominando el cariño del público.

La faena no pudo culminar con un buen rejón de muerte, y después de tres intentos tuvo que descabellar, el joven Guillermo recibió el primer aviso, pero aún así logró salir con palmas dejando claro que tiene un buen futuro.

Pingüini, de  452 kilos, fue el novillo de Juan Silveti, la dinastía Silveti continua con este recién novillero que se estrenó en la plaza Santa María, un novillero que mostró un estilo más serio, sin embargo, el toro no ayudó mucho, Juan intentó manoletinas pero seguía sin convencer al público, el estoque fue certero y reavivó su presentación, tanto que le otorgaron una oreja.

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