Leverkusen.— Caminó hacia la banca con la sonrisa más grande que se le ha visto. Su mejor noche en Europa era la razón. El estadio BayArena rendido a sus pies que convirtieron un ‘hat-trick’. Javier Hernández tuvo un partido mágico con el Bayer, que goleó 5-0 al Borussia Mönchengladbach.

Aplausos de pie, ovación merecida. Los aficionados del Leverkusen terminaron de enamorarse del delantero mexicano cuando salió de cambio al minuto 79.

Los fans del “equipo de las aspirinas” no tuvieron más remedio que rendirle tributo a su jugador consentido, luego de que éste marcara tres anotaciones en apenas 13 minutos. Tiempo récord para marcar un triplete, pues ningún mexicano lo había podido lograr en ese lapso. Sí, ni el legendario Hugo Sánchez.

Hernández se regodeó. Hizo goles de diferente manufactura, prueba fehaciente de su evolución futbolística. Lo que siempre mantiene es el olfato goleador. Ya suma 17 goles con el Leverkusen [10 en la Bundesliga] y se encuentra a tres de su mejor registro en el futbol europeo [20 en su primera campaña con el Manchester United].

Noche de gloria para el artillero de la Selección Nacional que comenzó poco después de la hora de arrancado el duelo.

Con el marcador 1-0 a favor del Bayer con gol de Stefan Kiessling, ‘Chicharito’ recibió un taconazo del propio delantero teutón. El canterano del Guadalajara hizo gala de una habilidad que pocas veces se le ve. Amagó a un defensa para dejarlo fuera de combate y con la pierna derecha cruzó al guardameta (63’).

Banderas del Leverkusen en todo lo alto. Ondeaban como demostración de alegría, mientras el atacante se hincaba para recibir los alaridos por su anotación.

El conformismo ha sido desterrado de la mente de Hernández. Lo demostró con el insaciable necesidad de anotar ayer.

Nuevamente Kiessling vio a ‘Chicharito’ en la media luna del área del Mönchengladbach. Le sirvió un pase ante la pobre marca que tenía el tapatío.

Una vez con el control del esférico, el tricolor se dio la media vuelta. No había visto la portería. Apostó a su capacidad para grabar dónde se encuentran las redes en su mente.

Sacó un derechazo colocado. La potencia del tiro hizo que el portero se quedara estático, sin siquiera hacer el intento por atajar el balón que se anidó, luego de un chanflazo letal. Leverkusen volvió a estallar al minuto 75.

El ‘hat-trick’ vino para Hernández como una especie de bálsamo para terminar con las rencillas que tuvo a media semana con Karim Bellarabi en el duelo de Champions League ante el Barcelona.

El mediocampista alemán no le dio la pelota al mexicano, pese a que se encontraba sin ningún defensa culé y prefirió el disparo.

Acción que provocó la ira del ex Manchester United y Real Madrid. “Chicharito” dejó atrás la fama de ser un tipo bonachón y le hizo airados reclamos a su compañero. Casi lo empuja para llegar a una bronca entre dos elementos del mismo club.

Pero ayer Bellarabi sí le dio una asistencia a quien le había reprochado su egoísmo. Javier no hizo más que empujar el balón. En el festejo “CH7” fue a buscar a Karim para agradecerle el gesto de darle media diana y firmar la pipa de la paz en el terreno de juego al 76’.

Tan amigos como siempre, pareció decir Hernández. Se apagó la polémica de media semana y la alegría fue completa para el segundo máximo anotador del Tri.

Con este marcador, el Bayer Leverkusen arribó a la posición número seis de la tabla general con 24 puntos, recortando distancia con su rival de este sábado, Borussia M’gladbach, que se ubicó en el lugar cinco y se quedó con 26 unidades.

Más allá de lo colectivo, Javier Hernández sonríe como nunca en su carrera. Su primer ‘hat-trick’ a nivel de clubes vale su felicidad.

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