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ACAPULCO.— Nadie tan perfecta como ella. Soberbia, elegante, estupenda a sus 51 años. Es Nadia Comaneci, la ex gimnasta que aún sigue robando suspiros.
Aunque no es más aquella niña de 14 años, reina de los Juegos Olímpicos de 1976, Nadia mantiene su gracia y estilo. Ayer, la rumana se dio tiempo para firmar autógrafos previo al inicio del Abierto Mexicano de Gimnasia en Acapulco y se robó el corazón de decenas de personas que hicieron fila para obtener su firma.
Adultos, adolescentes y niños le expresan su admiración. Y ella, ataviada en ajustada falda negra y blusa blanca los complace. Una y otra vez sonríe a la cámara.
“Me siento feliz de estar aquí. Disfruto mucho esta competencia y estoy segura de que pronto convocará a los mejores del mundo”, dice.
A su lado otra inolvidable. Vera Caslavska, reina de los Juegos Olímpicos de México 1968. Ella también sonríe. Ambas posan. Nadia siempre será la gimnasta perfecta, la mujer de 10. Y Vera, ella nunca perderá el mote de la Novia de México.