BERLÍN.— El Schalke 04 y el Galatasaray se enfrentan en una vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones que ve al conjunto alemán favorito, tanto por el empate (1-1) obtenido a domicilio en la ida como por el “factor campo”, pero estará ante un equipo turco que busca la proeza.

Los pupilos de Jens Keller llegan al duelo contra el Galatasaray montados en una ola de optimismo, tras el triunfo el sábado en el derbi de la cuenca del Ruhr ante el Borussia Dortmund, algo que para los hinchas del club de Gelsenkirchen sirve ya para justificar toda una temporada.

El triunfo ante el Dortmund fue clave por el prestigio que implica pero, además, la manera como se logró mostró que, tras pasar por una crisis de resultados, el Schalke está recuperando su futbol, liderado por un Julian Draxler en pleno estado de forma.

Con el triunfo en el derbi, el Schalke completó cinco partidos sin perder y ha vuelto a meterse en la Liga de Campeones, con lo que los vientos de crisis de momento han desaparecido.

Ahora, el reto para el Schalke es superar el trance para meterse en cuartos de final de la Liga de Campeones. Las probabilidades son buenas por la ligera ventaja que implica el 1-1 logrado en el partido de ida en Estambul y por la recuperación que viene mostrando el equipo.

El único aspecto negativo que dejó el partido ante el Dortmund fue la lesión del holandés Klaas-Jan Huntelaar, que será baja contra el equipo turco por una lesión de ligamentos en la rodilla izquierda.

El Galatasaray de Estambul se enfrentará a un oponente que en el partido de ida se ha revelado mucho más tenaz de lo que los turcos esperaban.

“Estamos conscientes de que será una competición dura, pero el Galatasaray ama este tipo de partidos; nos hemos preparado bien y esperamos ganar, también gracias al apoyo de la afición”, dijo Abdurrahim Albayrak, miembro de la directiva del club, en declaraciones a la agencia Anadolu.

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