El canadiense Mark McMorris es la viva imagen de que los milagros existen. Hace once meses, Mark luchaba por su vida tras haber sufrido una fractura de mandíbula, ruptura de brazo, sangrado interno, un pulmón colapsado y un sin fin de huesos rotos tras un accidente mientras practicaba su deporte favorito; el snowboard.

En una zona cerca de Whistler British Columbia, en su natal Canadá, se estrelló contra un árbol al dar un salto equivocado. Tras el accidente declaró “estaba muy seguro de que iba a morir”, sin embargo, tras una larga estancia en el hospital y la atención médica necesaria y precisa, aunado a sus ganas de seguir con vida, logró salir adelante.

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— Mark McMorris (@markmcmorris) 12 de febrero de 2018

El domingo 11 de febrero, entró a la historia de los Juegos Olímpicos de Invierno Pyeongchang 2018, pues su esfuerzo y dedicación lo llevaron directo al podio olímpico y se colgó la presea de bronce en la prueba de snowboard.

“Me alegra haber superado esa última lesión para estar aquí (en Pyeongchang) porque esto es muy especial”, dijo.

Esquivó la muerte y se colgó el bronce en Pyeongchang

La duda se debía a la magnitud de la caída que protagonizó en su país natal, cuando cayó sobre un árbol después de realizar un salto mientras grababa una película: quedó inconsciente y sufrió múltiples fracturas, aunque lo más grave fue la rotura del bazo y el colapso de su pulmón izquierdo.

El rider norteamericano se debatió entre la vida y la muerte durante varias semanas, en las que fue operado en dos ocasiones y estuvo en terapia intensiva en el Hospital de Vancouver.

"Realmente pensé que iba a morirme", recuerda McMorris.

Lejos de renunciar a su pasión, sus deseos de volver a las montañas nevadas y subirse a una tabla pudieron más que la trágica caída. El canadiense de 24 años se sometió a un programa de rehabilitación exhaustivo y, en menos de un año, logro un hito impensado: ayer, en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang, se subió al podio y se alzó con la medalla de bronce en el slopestyle .

"Probablemente no debería estar aquí, debería tener algún daño permanente por aquel accidente, necesito pellizcarme para darme cuenta de que es verdad", afirmó el competidor después de su logro.

Con el resultado conseguido en Corea del Sur, McMorris igualó la presea ganada hace cuatro años en la cita olímpica de Sochi, cuando también fue tercero en la misma prueba. Eso sí, por todo lo vivido, la satisfacción del atleta en la ciudad asiática no tiene comparación. "Ha sido un camino muy difícil. Estoy completamente emocionado con todo esto", manifestó.

El joven Gerard deslumbró

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Las miradas del mundo entero no solo estuvieron puestas en la magnifica participación del norteamericano McMorris, pues el oro en la misma prueba fue para el estadounidense Redmond Gerard, gracias a una puntuación de 86,16 puntos en su tercera manga, con la que el nativo de Ohio, de apenas 17 años y 222 días, se llevó la prueba.

El talento juvenil debutó en estos Juegos y lo hizo de manera impecable, colgándose su primera medalla dorada. Además, se convirtió en el segundo campeón olímpico más joven en una cita invernal, considerando las pruebas individuales.

El récord lo posee el finlandés Toni Nieminen, quien con 16 años y 261 días fue oro en la cita de Albertville 1992.

Von información de El Mercurio de Chile

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