Barcelona.— Rafael Márquez se une a la larga serie de futbolistas y directivos del Barcelona que acumulan problemas con la justicia.

Por causas que no tienen nada que ver entre sí, los miembros del equipo español se han convertido en habituales de los tribunales.

Márquez jugó de central en el club catalán entre 2003 y 2010. Entre quienes coincidieron con él, destacan los casos de Lionel Messi y Samuel Eto’o. El argentino fue condenado, este año, a 21 meses de cárcel por evadir impuestos. Evitó cumplir la pena al pagar casi 5 millones de dólares de multa. El camerunés, hoy jugador del Antalyasport turco, está acusado y pendiente de juicio en España por cuatro delitos fiscales entre 2006 y 2009. Podría ser condenado a 10 años de prisión.

Otros compañeros del mexicano en el Dream Team de Pep Guardiola también fueron investigados por operaciones dudosas, pero sus problemas se resolvieron sin llegar al juez. Son los casos de Andrés Iniesta, Gerard Piqué, Xavi Hernández y David Villa. En una lista de morosos con Hacienda en España el año pasado, figuran igualmente Dani Alves y Gabriel Milito, compañeros de Rafa en la defensa y con deudas superiores al millón de dólares.

Los episodios de corrupción en el Barcelona se han agravado al mismo ritmo que el equipo ganaba títulos. Entre los jugadores que llegaron tras la salida del mexicano, destaca el caso de Javier Mascherano, condenado a un año de cárcel que evitó gracias a un acuerdo económico con la fiscalía. Los jueces también investigan por el mismo motivo a Alexis Sánchez (ahora en el Arsenal), Neymar (PSG) y Adriano Correia (Besitkas).

Se estima en 20 millones de euros la cantidad defraudada por actuales o antiguos jugadores del Barça. A esto habría que sumarle los 12 millones que evadió el propio club, condenado a pagar 5 millones extra de multa, en el proceso de fichaje de Neymar cuando jugaba en el Santos.

Pero lo más significativo es lo que ocurre con los presidentes. Desde 1977 no existe uno que no pasara por los juzgados: cinco han respondido por diversas causas, y Sandro Rosell (dirigente de 2010 a 2014, caído por comportamiento irregular en el fichaje de Neymar) espera en la cárcel a ser juzgado por lavar 16 millones de dólares.

José Luis Núñez (presidente de 1978 a 2000) fue condenado en 2014 a dos años y medio de prisión por sobornos a altos cargos de Hacienda. Su sucesor, Joan Gaspart (2000- 2003) fue juzgado por su responsabilidad en la quiebra de la aerolínea Spanair. Joan Laporta (2003- 2010) está siendo juzgado por supuestamente esconder pérdidas del club.

El actual presidente culé, Josep María Bartormeu, también está pendiente de juicio por una segunda parte del caso Neymar.

Los aficionados de Barcelona suelen repetir que son víctimas de una conspiración judicial en España. Ahora parece difícil considerar que Estados Unidos se sumó a esa lucha contra el equipo culé con el caso de Rafael Márquez.

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