Fueron 12 rounds intensos. Andrés Jaguar Gutiérrez y Mario Huracán Macías ofrecieron una gran pelea estelar en el Auditorio Arteaga de la capital queretana, dentro de la función “Batalla en la jungla”, donde el púgil queretano retuvo por tercera y última vez el cetro mundial plata supergallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

No fue una pelea fácil para el joven queretano, quien en ningún momento dejó de escuchar los gritos de aliento de los cientos de aficionados que llegaron al coso de Avenida Universidad, en espera de ver a su favorito campeón.

Los alaridos del público incrementaron en el tercer episodio. Los dos primeros rounds fueron de estudio por parte de ambos peleadores, aunque al Jaguar Gutiérrez se le vio mucho más rápido y con mejores combinaciones conectadas.

No obstante, el nerviosismo invadió cada rincón del auditorio, pues en el tercer round, el capitalino sorprendió al ídolo local con tremendo volado de mano izquierda que lo mandó a la lona, siendo la primera vez en su invicta carrera que Andrés perdía la vertical en una defensa.

Gran poder en la zurda de Macías, y aunque Jaguar se recuperó rápido, no volvió a bajar la guardia en lo que restó de la contienda, ya que Mario buscaba desgastar al peleador local, castigándolo con rectos y volados por el lado izquierdo.

Desde el cuarto round se vivió una encarnizada batalla. Tras recuperarse y tomar aire en su esquina, Andrés salió a buscar la iniciativa en este episodio. Conectó un par de golpes en la humanidad de Huracán Macías, pero su respuesta fue inmediata. Varias combinaciones del queretano hicieron cimbrar la humanidad del retador. Las tarjetas de los jueces al momento se encontraban 38-37, 37-37 y 38-37, las cuales favorecían al todavía campeón.

Para el quinto round la situación sobre el encordado era igual para los dos peleadores. Fajándose en el terreno corto y ambos conectando golpes para mermar al rival. En el sexto, los golpes de mayor alcance y daño fueron del queretano.

En el séptimo round otra vez los dos boxeadores se lanzaron a matar en el terreno corto, aunque el que salió peor librado fue el capitalino, quien recibió tremendos golpes de izquierda del queretano y en un momento ya no respondió, pero dejó de presionar el Jaguar y además sonó el aviso de los 10 segundos finales del episodio. El público estaba caliente en el Arteaga.

Ya para los rounds finales, ambos púgiles denotaban el desgaste físico de la batalla, por lo que el nivel de intensidad bajó un poco, sin embargo, los ataques de ambos lados eran constantes, no tan precisos. Llegó el campanazo para el último episodio y tanto Huracán como Jaguar se lanzaron a matar. La mejor parte fue para el queretano quien estuvo a punto de derribar al capitalino al conectar varias combinaciones, pero se acabó el tiempo y los jueces determinaron que el campeonato se quedaba con el mayor de la dinastía Gutiérrez Vera por decisión unánime con puntuaciones de los jueces de 118-109, 116-111 y 117-110.

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