TORREÓN.— Jesús Martínez encuentra el éxtasis, después de un calvario de 90 minutos. El pase del Pachuca a la final lo hace reencontrarse con una sensación que extrañaba. Levanta los brazos, aplaude eufórico, porque el hijo predilecto del imperio futbolístico que pretende formar en la sociedad con Carlos Slim, buscará su sexto título.

El semestre pasado, el accionista mayoritario de los Tuzos tuvo que ver cómo su vástago, del mismo nombre, llevaba al León hasta la gloria. Esta vez, podrá disfrutarla, como suya, la octava disputa por el campeonato de su equipo (con saldo de cinco ganadas por dos perdidas).

Curiosamente, Papá Martínez está a la espera de que los Panzas Verdes cumplan la tarea ante Toluca para hacer la serie soñada por Grupo Pachuca y el hombre más rico de México: La Final Slim-Martínez, el hermano mayor contra el menor. La podrán dirimir justo cuando en la Federación Mexicana de Futbol se discutirá la siempre criticada multipropiedad.

Los Tuzos se deshicieron de Santos, pese a caer 4-2 (4-4 global. Pasaron por el gol de visitante) en el estadio Corona, con todo y polémica arbitral.

Las decisiones de Marco Antonio Rodríguez suelen aparecer para cambiar destinos de equipos y campeonatos. Entre la imprudencia de Oswaldo Sánchez y la actuación de Enner Valencia, Chiquimarco no dudó en juzgar, al minuto 20, como expulsión la acción aventurada del portero.

La acción ya estaba invalidada, pero en el afán de ir por el balón dividido, el veterano meta salió por el esférico que el ecuatoriano buscaba. Oswaldo levantó la pierna, rozó al atacante, quien cayó fulminado.

Marco desenfundó la tarjeta roja y dejó sin portero titular a los Guerreros. La eliminatoria se transformó en tuza.

Julio González fue a la portería. Única opción. Fue suicida.

El joven quiso driblar a Valencia, a lo René Higuita, pero con una ejecución torpe. El atacante robó el balón y anotó (27'), lo que hizo inútil la anotación tempranera santista de Rafael Figueroa (11’), tras la falla de Óscar Pérez en la salida.

Los aficionados locales se fueron contra González, al tiempo que Chiquimarco recibía toda clase de insultos.

Santos con 10 y con la necesidad de anotar tres goles quedó desmoralizado. Los hidalguenses se apoderaron del balón y Dieter Villalpando puso el 2-1 visitante (45+2’).

Pero faltaba la reacción fiera del Santos, esa que hizo durante todo el torneo. Voltereta: 3-2 de Juan Pablo Rodríguez (67’) por la vía penal; Javier Orozco (77’) y Figueroa (93’), ambos de remate con la cabeza, aprovechando la expulsión de Walter Ayoví.

Pero el esfuerzo de los Guerreros fue inútil. No se logró la remontada épica. Se quedaron a un gol de la hazaña.

Jesús Martínez celebró eufórico el pase de los Tuzos. El imperio que ha formado con Carlos Slim amenaza con asaltar el futbol mexicano con otro título.

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