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Los presuntos gritos racistas en contra de Eisner Loboa y Franco Arizala por parte de los integrantes de la Rebel, el sábado pásado, podrían costarle pérdida de puntos a los Pumas.
Según el artículo 5 del Reglamento de Sanciones del futbol mexicano, “si [...] los espectadores observan un comportamiento que sea de alguna forma racista o que denigre al ser humano [...] se descontarán automáticamente, en el caso de la primera infracción, tres puntos al equipo del que se trate, siempre que pueda identificarse fehacientemente al infractor”.
La directiva del León solicitó, mediante un comunicado, que la Liga intervenga para sancionar a los responsables de los actos racistas “generados por miembros del grupo de animación visitante”.
Sin embargo, los jerarcas de los Panzas Verdes no han mostrado pruebas que sustenten sus acusaciones y así pueda proceder la Comisión Disciplinaria a sancionar a la Universidad.
“Son acusaciones al aire”
Ante los señalamientos, Mario Trejo pide evidencias para castigar a los responsables de los gritos racistas, que el vicepresidente deportivo de los Pumas dijo que, “no escuché”.
“Antes de lanzar una acusación, antes de pedir una sanción, hay que tener, como dicen por ahí, los pelitos en la mano”, reta el directivo universitario.
Trejo cree que debió ser en el momento del encuentro entre León y Pumas cuando los elementos de seguridad debieron actuar para señalar a quienes incurrieron en actos de racismo en el estadio Nou Camp.
“Si alguien del club León escuchó esas manifestaciones, en lugar de venir y decírselo a la prensa, mejor hago una investigación y tengo gente dispuesta para eso, porque tengo personal para ir a averiguar y darle solidez a una acusación tan grave”, señala.
El dirigente auriazul descarta que haya una generalización de insultos racistas en el futbol mexicano.
“Pikolín”, suspendido
El defensa Marco Palacios fue suspendido un partido por acumulación de cinco tarjetas amarillas, por lo que no jugará ante Atlas.
