Los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León consiguieron su sexto título como campeones del balompié mexicano al derrotar en el partido de vuelta 1-2 a Rayados de Monterrey.

Después de haber empatado a uno en el partido de ida en el estadio Universitario, este domingo, los dirigidos por Ricardo Ferretti se coronaron en  el Apertura 2017 por marcador global de 2-3.

En los primeros minutos del encuentro, el equipo que comanda Antonio Mohamed sorprendió a Tigres y con apenas dos minutos jugados, se fue arriba en el marcador luego de que el colombiano Dorlan Pabón conectara un tremendo derechazo que se incrustó en la base del poste derecho del arquero Nahuel Guzmán, sin que éste pudiera detener el disparo.

Rayados siguió a tambor batiente y agobió a Tigres que no sentía lo duro, sino lo tupido. A pesar de esto, los universitarios no cambiaron su dibujo táctico ni traicionaron su estilo: soporto lo embates de los locales y de a poco se sacudió el dominio del rival.

Al minuto 30, el chileno Eduardo Vargas se encontró con una pelota en el borde del área grande y no dudó en empalmar con el botín derecho para igualar en tanteador. Cinco minutos más tarde, el defensa universitario Francisco Meza conectó de cabeza luego de un córner para poner el 1-2.

Una vez abajo, Monterrey buscó por todos los medios, pero tanto en la parte anímica, como en la parte táctica, no pudo reponerse. Para el complemento, Antonio Mohamed movió sus piezas con el objetivo de no sólo ser intenso, sino también contundente pero la zaga de Tigres en combinación con el portero Nahuel Guzmán, impidieron la igualada.

Rayados se adueñó del partido, fue intenso, profundo, pero no tuvo tino. La más clara para Monterrey llegó al minuto 80 luego de que el árbitro Fernando Guerrero señalara penal a favor de los locales; el cobro lo hizo Avilés Hurtado. El campeón de goleo de la liga, desperdició la oportunidad y puso el esférico muy por encima del marco defendido por Nahuel Guzmán.

Tigres se dedicó entonces a defenderse, se olvidó de atacar, ordenó sus líneas en el fondo y no permitió que Rayados empatara. La desesperación se apoderó de los jugadores rayados y el estadio BBVA enmudeció. El final fue emotivo ya que se agregaron seis minutos, suficientes para que Monterrey se quedara con 10 elementos a causa de la expulsión de Neri Cardozo que ya en el tiempo agregado perdió la cabeza y pateó sin balón de por medio a Javier Aquino.

De esta forma, Rayados volvió a perder una final de liga en su estadio (la primera fue contra Pachuca) en menos de dos años en tanto que los Tigres se alzaron con la sexta estrella para la institución.

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