La pausa de los dos minutos de una final se dio cuando un equipo menos lo quería. Y en este partido le tocó a Cimarrones de Querétaro, quienes defendían un avance de las Águilas Blancas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que consiguieron el primero y gol a tres yardas de la zona de anotación.

La primera jugada fue de poder, los visitantes buscaron perforar la línea defensiva por el centro, pero los queretanos, bien plantados y atentos, detuvieron al corredor a menos de una yarda del touchdown.

Los de guinda y blanco tomaron de nuevo el ovoide pero antes de generar la jugada un pañuelo voló.

Retrocedieron cinco yardas por el castigo, un movimiento ilegal en la línea de golpeo, y en el reintento del down el mariscal fue capturado.

Tercera e intentaron con un pase largo, pero la defensiva de Cimarrones desvió y fue incompleto.

Cuarta oportunidad, buscaron la anotación que los acercaría a tan solo un punto (el extra), del empate en la pizarra a 33 puntos, pero los Cimarrones de Querétaro llegaron de nuevo hasta el quarterback para derribarlo y con ello las esperanzas de coronarse en campo ajeno.

La categoría infantil de la organización queretana Cimarrones logró el bicampeonato en una de las ligas de mayor nivel del país, la Organización Nacional Estudiantil de Futbol Americano (ONEFA), al derrotar 33-26 a las Águilas Blancas, con lo que llegó a su fin la temporada de las categorías infantiles.

Cimarrones remontó un marcador adverso que se presentó en el primer cuarto y se enfrascó en una cerrada lucha por el campeonato con las Águilas. La primera mitad terminó con ventaja visitante 19-20.

El tercer cuarto fue clave para los locales, ya que en dicho período fue donde empataron el encuentro a 26 puntos. A través de excelentes jugadas por tierra es como pudieron dejar todo para el último cuarto, con una anotación que sentenció el encuentro, y en el que se vivieron los momentos más angustiantes para ambas porras en el graderío.

Al final el título se quedó en Querétaro, en una organización que se mantiene en el constante desarrollo del futbol americano y sus valores.

Para el coach de esta categoría, Julio Urban, aceptó que se cristalizó un objetivo trazado desde diciembre de 2013, cuando comenzó a conformarse este equipo, con una gran base de jugadores que logró el campeonato la temporada pasada.

“Veníamos trabajando sobre el bicampeonato, esta categoría logró el campeonato el año pasado y con la llegada de algunos chicos de otras instituciones, hicimos un trabajo al principio de juego con el marcador en contra, los chavos respondieron y lograron la victoria”, expresó.

Reconoció que en esta liga, y en general en el futbol americano, es muy difícil obtener un bicampeonato, así que no ocultó el orgullo que siente por sus jugadores.

“Como jugador nunca logré el bicampeonato, es un ejemplo que los niños siempre nos van a enseñar y creo que difícilmente en esta liga se repita este tipo de acontecimientos. Nunca subestimamos a Águilas, sin embargo nos costó trabajo pero finalmente se dio el triunfo en un partido digno de una final”, concluyó.

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